En junio de 1989, 27 mujeres y hombres de Quart decidieron unirse para constituir la asociación Amics de la Passejà, «con el espíritu de recuperar y realzar una de las tradiciones, posiblemente, más antiguas que se celebran en nuestro pueblo», tal como explica su presidente actual, Francisco Hernández. Treinta años después, la cifra de socias y socios se ha multiplicado hasta situarse en torno a 80.
La asociación ha cuidado el respeto a la igualdad (ha tenido tres presidentas, la primera tres años después de nacer y cada vez son más las 'coeteres') y la promoción de la lengua y la cultura valencianas. Viven con pasión la fiesta y tienen el firme compromiso de «involucrar a las generaciones más jóvenes haciéndolas participar dentro de la fiesta con concursos de dibujo y redacción, entrega de premios en el Auditori, las 'rodes de foc' infantiles de la noche de la Passejà y la Pujà infantil, que se celebra el último viernes de cada mes y donde los niños y las niñas son los verdaderos y únicos protagonistas porque son los que harán posible la continuidad de esta tradición de Quart de Poblet», añade Hernández.
Porque, más allá de la Passejà, la asociación organiza actividades que van desde charlas a paseos por la huerta o cenas populares entre finales de mayo y la primera semana de junio. Este año, dieron inicio a las fiestas con la exposición «La devoción popular a San Onofre alrededor del mundo» con motivo de su 30 aniversario.
En las horas previas a la gran fiesta, viven con impaciencia el momento de empezar a repartir los cohetes y de encender la primera mecha, dando luz a la «festa del poble», como la define Manolo López, uno de los fundadores. Mañana los quarteros y las quarteras tomarán las calles, los que viven en el municipio y los que hace mucho tiempo que ya no, pero vuelven con la Passejà.
