Los moros y cristianos de Aldaia ponían la guinda del pastel a su ejercicio con la Gran Desfilada organizada por la Federación de Moros y Cristianos Palmiters. Las 21 comparsas se concentraban a las 22.30 horas en la Calle de la Iglesia para llenar de color y elegancia las calles del casco antiguo de la localidad.

El ritmo trepidante de las comparsas cristianas abría este año el desfile. La embajadora cristiana Amparo Ribes, puso la nota de fantasía con un vestido cristiano que hizo las delicias del público. Lo étnico, lo tribal y el colorido tomó protagonismo en la segunda parte del desfile.

Como broche final, con una imponente carroza, la embajada mora de la mano de Rubén Aranda, ponía fin al fin de semana grande de Moros y Cristianos de Aldaia junto a la «Ambaixada» y «La nit de cabiles» celebradas el viernes por la noche.

Muchos fueron los vecinos y vecinas del municipio los que desde la calle Iglesia hasta Blasco Ibáñez abarrotaron el recorrido para disfrutar del espectáculo en el que las comparsas y la música marchaban a un mismo son. Pocos fueron los que se quisieron perder la explosión de música, color y baile que da la bienvenida a las fiestas mayores de la localidad.