Residentes de una comunidad de vecinos de Alboraia, que linda con el edificio en el que actualmente se construye una residencia de estudiantes, han denunciado el peligro que consideran que tienen algunas de las operaciones que la empresa contratada está realizando.
Las terrazas de las viviendas quedan tan cerca de la obra que sus moradores aseguran que reciben golpes, estruendo, caída de material a escasos centímetros, lo que consideran un peligro, especialmente aquellos que tienen hijos e hijas pequeños.
«Los contenedores cargados se balancean junto a nuestra terraza», dice uno de los residentes. «Uno de los días, descargaron desde cierta altura un contenedor de vigas de hierro», señala otro de los afectados por la situación. Dado que la obra ha continuado en el mes de agosto, alguna de las familias ha programado salidas de su casa casi a diario para no tener que soportar la tensión que la situación le está provocando.
Residentes del inmueble han tramitado quejas al Ayuntamiento de Alboraia para que se compruebe si la obra cumple con las medidas de seguridad preceptivas y con los horarios para poder realizar este tipo de trabajos durante el mes de agosto. Además, han llamado en diversas ocasiones a la Policía Local para que sea conocedora de la situación.
Los afectados explican que, durante años, han estado conviviendo con un edificio abandonado que, en ocasiones, era ocupado y que suponía un peligro. En aquellas situaciones también tramitaron quejas. «Nos alegramos mucho cuando vimos que, después de mucho años, se retomaba el proyecto y reemprendía la obra para darle una solución al edificio. Somos los primeros que queríamos esta obra para que se acabe y comience a tener un uso que, además beneficiará a la zona, pero consideramos que no se está realizando en condiciones de seguridad», indican los representantes de una de las familias afectadas.
