El equipo de la Politènica recuerda que cuesta más quitar las restauraciones posteriores que restaurar la imagen original, porque hay veces que los vecinos han aplicado silicona o incluso precinto para sujetar la corona. «Hemos visto retablos deteriorados hasta donde alcanzan las personas con sus buenas intenciones: en la parte superior hay polvo, pero la pintura está en buen estado; la parte inferior en cambio tiene la pintura mal conservada debido a las continuas frotaciones con distintos productos». Tras finalizar las tareas, los profesores han remitido un exhaustivo informe al párroco Ismael Ortiz, con consejos para que el anda, los retablos y todas las obras de arte de la iglesia tengan un mantenimiento que las deteriore.
En este sentido, tras los buenos resultados de esta primera colaboración iglesia-UPV, se ha trasladado dos figuras pequeñas de la parroquia hasta las aulas para que sean los propios alumnos quienes trabajen en la restauración.
