La empresa restauradora se encuentra en la fase final de la remodelación. Los obreros están trabajando en el encofrado donde se moldeará el contrafuerte que asegurará la estabilidad de la muralla a lo largo de sus 75 metros de longitud. Este elemento, en forma de rampa y añadido al conjunto, se dividirá en cuatro partes ya que los tres accesos a la parte subterránea de los Silos -el que da a los depósitos 25 y 29 se redescubrió tras el derrumbe del muro- no se tapiarán, tal como decidió la Conselleria de Cultura. Así, en un futuro, las tres puertas se reabrirán al público dentro del programa de visitas al «corazón» de los Silos que ya funcionaron durante un tiempo.
La construcción de esta nueva pieza tiene la función de «contrarrestar la bajada de nivel del terreno del actual paseo Concepción Arenal realizada en los años 30 del siglo pasado». Esta actuación urbanística dejó «desprotegida la muralla» y pudo constituir «la causa principal de su desmoronamiento». La colocación del contrafuerte vendría a remedar aquel rebaje de terreno.
