Mercé Murcia Barea es una joven torrentina de 18 años que en enero de 2019 fundó su propia compañía teatral: Bocar Teatre. Desde los seis años, practica las artes escénicas y este fin de semana verá la luz su primer proyecto como guionista y directora. Se trata de «Tres chicas y un tren», una obra ambientada en València en el año 1980, en la que tres mujeres jóvenes esperan el regreso de alguien muy importante para ellas y descubrirán, en lo que pasa un tren, qué tienen en común.
«'Tres chicas y un tren' habla de amor, de maltrato, de feminismo, del servicio militar obligatorio, de la amistad, del matrimonio, de sueños, de oportunidades, de libertad y de la necesaria unión de mujeres por el simple hecho de serlo, la llamada sororidad», explica Murcia.
Las protagonistas de la obra son Lola, Lina y Laura, tres mujeres jovenes que están pasando por una situación complicada en sus vidas personales y están intentando buscarse a ellas mismas y conocerse mejor. Lola viene de una familia muy conservadora; Lina sufre violencia machista en su casa, y Laura es francesa y acaba de llegar a España, donde se encuentra con un país que sufre las consecuencias de la dictadura franquista.
En la función aparecen otras tres mujeres que interpretan papeles secundarios, «pero realmente importantes». Maria Jesús es vecina de Lina. Es una mujer casada y con hijos en un matrimonio machista. Ella es consciente de que Lina sufre maltrato por parte de su marido pero no hace nada porque piensa que es normal la violencia de un hombre hacia una mujer.
Carol es amiga de Laura. En realidad está enamorada de ella pero no puede reconocer que es lesbiana, ya que le supondría un problema tanto con su familia como con la sociedad.
Natalia es la prima de Lola, sufre acoso laboral, es secretaria y sus compañeros hombres la ningunean. A demás, quiere divorciarse, pero no tiene la suficiente independencia económica como para atreverse a dar el paso.
«Es de los 80 pero podría ser de ahora», comenta Mercé Murcia Barea, que cuenta en 60 minutos la historia y complicada vida que unas mujeres sufrieron hace 40 años. Sin embargo, esa misma vida la siguen teniendo muchas mujeres en la actualidad.
La joven, que combina su faceta de dramaturga con el cargo de reina del centro andaluz de Torrent, intenta denunciar la violencia machista y utiliza el teatro como arma, representando la vida diaria de unas mujeres a las que «hay que ver como si fuesen tu madre o tu vecina».
«Me gusta escribir sobre mujeres que se encuentran en diferentes situaciones y tienen que llegar a diferentes lugares para encontrarse a ellas mismas», declara.
En escena habrá un piano durante toda la obra acompañando al texto. « Las canciones son originales o adaptaciones de cantantes femeninas de artistas como Janis Joplin, Jeanette o Nina Simone. Nuestra pianista y compositora es Clara Pérez. Para mí, en Bocar era imprescindible que hubiera música en directo y todo actrices. Me encanta trabajar con mujeres y me parece muy necesario», apunta Murcia.
La función se representará por primera vez los días 12 y 13 de octubre en una galería de arte de Russafa.
