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Reforma

El contrafuerte que se construye en los Silos será totalmente reversible

La constructora instala las paredes de los portales de acceso a la parte subterránea del monumento

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Proceso de construcción del contrafuerte de los Silos

Los trabajos en la construcción de la nueva pieza arquitectónica de los Silos de Burjassot -un contrafuerte de hormigón que, además de aumentar la superficie y volumen del monumento, asegurará la estabilidad de su muro noreste ya reconstruido- siguen su curso en el paseo Concepción Arenal, a cargo de la empresa EMR Restauración y Conservación. La contrató el Ayuntamiento de València como administración 'propietaria' del 'pati de Sant Roc'.

En buena parte de la muralla (75 metros de longitud por cinco de altura), el nuevo elemento de contención en forma de rampa ya ha alcanzado prácticamente su cota superior de altura, unos dos metros. Aproximadamente es la misma altura que, en la loma donde se halla el monumento, tenía el terreno que actuaba como contrafuerte natural del muro. El terreno se rebajó en los años 30 del siglo pasado para hacer un paseo y, como consecuencia, quedó desprotegida la muralla. El muro recupera así su altura original, aquellos «tres metros visibles» de pared del total de cinco, cuya edificación se remonta a finales del siglo XVI, en la ladera noreste de una de las lomas de Burjassot.

El contrafuerte -obra exclusiva de este siglo XXI y cimentada con el refuerzo de 71 micropilotes de acero de cinco metros de longitud en el subsuelo- se está levantando «adosado» a la histórica pared pero «no pegado». Como se desprende de la reunión de seguimiento de rehabilitación de los Silos, que los técnicos de las obras mantuvieron el pasado mes de noviembre con la asociación Amics i Amigues de les Sitges y representantes municipales, «el hormigón» de la rampa de contención «no contactará con las piedras de la muralla». Los obreros ya revistieron la pared tras su remodelación para impedir tal contacto. De este modo, como exige la ley de Patrimonio, «se podría revertir la obra», si así se decidiese en un futuro, «sin causar daños» al monumento.

Por otra parte, la empresa restauradora ha instalado las paredes de lo que serán los tres portales de acceso a la parte subterránea de los Silos. El pasado lunes los obreros retiraron con la ayuda de una grúa las planchas donde se moldearon con hormigón. Estas entradas, cuyas puertas serán adinteladas, dan al interior a los seis silos intercomunicados cercanos a los 'embarronats' (4, 3, 2, 7, 6 y 1); al número 41, próximo a la plaza del Ayuntamiento, y a los depósitos 25 y 29, comunicados por una galería en forma de «T». El acondicionamiento del interior de este acceso -»redescubierto» después del derrumbe del muro- no forma parte de las actuales obras de remodelación. Sin embargo, como anunció Patrimonio tras decidir no tapiar estas tres entradas de los túneles cavados en la Guerra Civil, la galería de los silos 25 y 29 se acondicionará en un futuro y formará parte del programa de visitas al «Corazón de los Silos» que ya funcionó un tiempo en el caso de los otros dos accesos.

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