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Dime cómo te llamas y te diré de dónde eres

Poblaciones como Torrent, Picassent, Alfafar, Quart de Poblet o Foios conservan la costumbre

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Nombres típicos de l'Horta

El futuro de los nombres religioso o populares es incierto, ya no están de moda y cada vez son menos personas las que deciden llamar a sus hijos con el nombre de su patrón o patrona. Aún así, aún encontramos en l'Horta a personas con el nombre de Montesion u Onofre que tienen esperanza en la continuidad de sus nombres.

En Foios: Patrocinio.

En l'Horta Nord, Foios tiene gran devoción a su patrona la Virgen del Patrocinio, que se encuentra en el altar principal de la Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora. Actualmente solo existen 16 mujeres en Foios que llevan este nombre, la mayoría de ellas pasa los 50 años y algunas superan los 80. Patrocini Folch, de 18 años, relata que «cuando era más pequeñita» y decía su nombre «la gente se quedaba asombrada porque es extraño para los que son de fuera de Foios». « En mi familia hay una Patro, también», confiesa.

Todas las Patrocinio coinciden en decir que sienten un orgullo enorme al llamarse así porque «es un nombre original y muy de Foios, pues la gente identifica enseguida que somos del pueblo».

En Alfafar: «del Do».

Todas las «Do» se conocen en Alfafar. De entre más de 20.000 habitantes, solo una decena de mujeres tienen el nombre de su patrona, que descansa en la parroquia Nuestra Señora del Don.

A María del Do Atienza, de 57 años, le viene el nombre de familia. Su abuela materna lo tuvo y, después de una generación, sus padres volvieron a utilizar este nombre. No es la última de su familia que lo tiene, ya que su sobrina también se llama así. «Me fastidiaron, se lo quería poner a mi hija pero no quería que se llamasen igual. Ahora me arrepiento», confiesa. «Le pido a África que, si tengo una nieta, la llame 'del Do', poniéndole delante el nombre que quiera. Pero es difícil; este nombre ya no le gusta a los jóvenes», lamenta Atienza.

Sin embargo, Amparo del Do Olmos, de 59 años, es la única de su familia que tiene este nombre y lo lleva por bandera. Ha conseguido que le llamen 'AmparodelDo' todo seguido. «En cambio, en los hospitales nunca suelen decirlo bien; en la sala de espera siempre me llaman Desamparados o incluso Desamparados Dolores», cuenta Olmos. «El 1 de noviembre fui al médico y dijeron Amparo del Do, me sorprendí mucho, pero resulta que la administrativa era de Alfafar, eso lo explicaba todo», expresa. Ni siquiera en elSIP figura correctamente su nombre, sino que pone «Desamparados De Olmos Aliaga».

En Torrent: Monte-Sión

El convento de Monte Sion es un referente en los barrios más tradicionales de Torrent y ha generado una amplia comunidad que se concreta en colectivos parroquiales, hermandades, grupos culturales y alumnado del colegio, más allá de la propia feligresía. La Virgen de Monte Sion es la que desfila en el Glorioso Encuentro, acto central de la Semana Santa de la ciudad.

Ricardo Ferraro, torrentino vinculado a esta comunidad quiso que su devoción quedara reflejada en los nombres de sus hijas. A una de ellas la bautizó como María Dolores, por la Virgen de los Dolores. Pero el nombre con el que marcó una época fue el de «Monte-Sión», que puso a otra de sus tres hijas. Así es que Monte-Sión Ferraro fue probablemente una de las primeras.

«En mi época no recuerdo que hubiera ninguna más. A mí entonces no me gustaba y nunca lo hubiera puesto a una hija mía. Con el tiempo lo veo de otra forma, es un nombre distinguido», valora. Pero nació una de sus dos hijas y su marido, el fallecido Juan Manuel Ferraro (que da nombre a la Mostra de Teatre) quiso que la niña se llamara Monte-Sión, con lo que hubo una segunda generación con el nombre. A diferencia de su madre, a Monte-Sión Ferraro Ferraro siempre le ha gustado. «Es un nombre que imprime carácter. Cuando entro a un sitio y tengo que decirlo, me empodera. Me gustaría que, si tengo una nietam lo llevara», confiesa. Si bien su madre no recuerda haber coincidido con otra Monte-Sión, la segunda generación tuvo dos compañeras de colegio de edades similares a la suya con el nombre.

En Quart: Onofre.

En Quart de Poblet el nombre de «Onofre» está bastante extendido entre los varones. Con ermita propia y unas fiestas en su honor, todavía hay personas que deciden ponerle Onofre a sus hijos, aunque ningún familiar anterior lleve el nombre. Es el caso de Onofre Navarro, de 12 años, al que sus padres, muy integrados en las fiestas populares que tienen su acto más emblemático en la Passejà, decidieron llamarle así. «En mi colegio solo conozco a uno más», afirma el joven.

Onofre Josep Sanmartin tiene 55 años y su padre ya se llamaba así. Es docente y sus alumnos, «que no se callan nada», le han llegado a decir que tiene un nombre «raro» y «feo», pero a él le gusta y le pusio Onofre a su hijo, que tiene 25 años.

Onofre Colomer, de 76 años, viene de una familia con una larga lista de 'Onofres'. «Cuando me preguntan de dónde soy les digo que de Quart y Onofre», comenta Colomer. «Hace 20 años hubo una reunión en la que nos juntamos 120 Onofres y hubo unas cuatro generaciones en el acto», explica.

Onofre Espinós es filólogo y está trabajando en una tesis que consiste en buscar las primeras manifestaciones escritas que hayan sobre Sant Onofre en la Corona de Aragón. De esta manera, mantiene viva la leyenda de este Santo que tan típico es en Quart.

Además, para promocionar la 'Passejà' en honor a Sant Onofre, el grupo de festeros involucrados en la fiesta del 9 de junio realiza un concurso de dibujo en los colegios para que no se pierdan las tradiciones. «Esto se hace desde hace 20 años y cada vez que vamos a las escuelas, hay más niños que se llaman Onofre», explica Jose Navarro, padre de Onofre.

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