Frente a los actuales ritmos de vida frenéticos de una sociedad que, contradictoriamente, es la que más quejas por ruido promueve, en algunas poblaciones de l'Horta pervive el toque nocturno de las horas desde el campanario. En Emperador, por ejemplo, sigue la tradición, al igual que en Moncada, donde su alcaldesa Amparo Orts explica que no se han registrado quejas por los toques nocturno. En la Pobla de Farnals también se mantiene esta práctica, como durante siglos existió en la mayoría de poblaciones. En Aldaia, los toques en horario nocturno son de una sola campanada.
Frente a estos ejemplos, ha habido algunos conflictos graves de enfrentamiento entre residentes y responsables parroquiales, que llegaron a instancias administrativas o judiciales. De este modo, en Silla, el ayuntamiento llegó a elaborar un informe en el año 2007 que establecía que el campanario de la iglesia Nostra Senyora dels Àngels superaba los decibelios permitidos en horario nocturno cuando tocaba las horas, por lo que el consistorio instó al templo a adoptar medidas correctoras. Otro de los grandes conflictos se vivió en Rafelbunyol hace más de una década donde, según recuerda el alcalde Fran López, el asunto llegó hasta el juzgado y se obligó a restringir los toques.
