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Picassent afronta la recta final de la restauración de Espioca

Los trabajos actuales se centran en el interior, donde se está construyendo una escalera que conecte las cuatro plantas y un forjado

La torre ya está al descubierto de nuevo. a. p.

Después de casi cuatro meses de trabajos intensos, más allá de los que se realizaron previamente, el proceso de restauración de la torre Espioca de Picassent ha entrado en su fase final. El equipo que se encarga de la rehabilitación de este emblemático inmueble ha comenzado ya las tareas interiores que se centran en la construcción de una escalera que conecte las cuatro plantas y también de un forjado. La desaparición de ambos elementos era, en parte, causa del gran deterioro que sufría el inmueble.

Según fuentes municipales,la primera fase de las obras se realizó en su parte externa. Por ello, se cubrió todo el monumento con un grande andamio que permitía acceder a todas sus plantas y también a la parte superior. De esta manera, los trabajos se centraron en la limpieza, el sellado de las fisuras y el cosido de las grietas, entre otros. Esta parte del proceso ha permitido que ya se visualice la tipología constructiva tradicional del conjunto. También se han recompuesto algunas aspilleras lo que supone que pueden intuirse las proporciones originales, siempre manteniendo todas las capas de historia que forman parte del monumento.

Según la arquitecta de la empresa encargada de las obras de restauración, Amparo Sebastià, «se ha buscado recuperar las técnicas y los materiales tradicionales con el objetivo de volver la estabilidad perdida al conjunto. Por eso, se ha optado por materiales que ya se utilizaban en la época árabe para la construcción de este tipo de edificaciones, siempre diferenciando claramente la intervención de los elementos originales y estableciendo como prioridad la conservación del bien y el diálogo entre materiales».

Los trabajos se realizan ahora a lo largo de las cuatro plantas, en el interior, donde se construye una escala metálica que conecta todos los niveles y también nuevos forjados que ayudarán a anudar estructuralmente sus muros. Cada uno de estos forjados se conectarán con escalas para dar acceso hasta la cubierta y se iluminará, tanto a nivel interno como externo. También están finalizándose los trabajos arqueológicos exteriores.

«La torre es un baluarte clave que nos habla del origen de parte de los pobladores de este lugar y refleja una estratégica ubicación geográfica para nuestros antepasados. Espioca es uno de los vestigios que tenemos en nuestro patrimonio. Han sido necesarios muchos años de lucha, de reivindicaciones, de gestiones diversas para llegar en su punto en el cual ahora nos encontramos», apunta la alcaldesa, Conxa Garcia. La rehabilitación corre a cargo de la Conselleria de Cultura, después de que el consistorio lograra la cesión de la torre por 50 años.

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