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Medioambiente

Tres pueblos de l'Horta recogen cerca de mil toneladas de paja del arroz para reutilizarlas

El sector agrícola de Massanassa, Catarroja y Alfafar opta mayoritariamente por recuperar el residuo aunque podía quemarlo - En Silla los propietarios de arrozales han incinerado el 40% y el resto lo han triturado para fanguearlo

Actividad de recogida en campos de Catarroja del Banc de la Palla de l'Arròs. b.p.a.

A pesar de que tenían permiso para quemar, dentro del calendario bianual aprobado por la Generalitat Valenciana, el sector arrocero de l'Horta Sud apostó en 2019 mayoritariamente por recoger la paja del arroz y entregarlas para fines en los que se reutilice. Así lo han explicado por responsables municipales de Alfafar, Massanassa y Catarroja, donde se han recogido cerca de 1.000 toneladas de este residuo que tendrán diferentes destinos, sobre todo el de servir como alimento en explotaciones ganaderas de la Comunitat Valenciana.

En Massanassa, solo se ha quemado un 10% del total de la paja del arroz que generan los arrozales mientras que el resto se ha embalado, lo que suma unas 250 toneladas, según informa el alcalde popular Paco Comes. El mandatario elogia «la concienciación» del sector en un año en el que tenía permiso para quemar, lo que responde, en parte, a la tarea que ha realizado el consistorio para «mentalizar» a agricultores sobre un cambio de práctica que, en unos años, será obligada «ya que estamos en un período de transición». Comes indica que la práctica totalidad va a parar a una granja de Castelló, a través de una de las empresas arroceras locales.

Por su parte, en Catarroja, como ya avanzó Levante-EMV, se tomó el acuerdo de no quemar paja del arroz y el resultado es que se han recogido 370 toneladas embaladas para diferentes usos. La iniciativa se ha canalizado a través del Banc de la Palla de l'Arròs de Acció Ecologista Agrò. Esta población apostó por un proyecto piloto en el que se ofrecían diversas soluciones para evitar la quema que «han sido un éxito», en palabras del gobierno local y de las instituciones y expertos que han supervisado el proceso.

En Alfafar se ha seguido esta tendencia aunque en una parte de la superficie cultivada sí que se ha quemado. En la que ha decidido recoger la paja de arroz se han conseguido 350 toneladas embaladas, lo que para los responsables municipales también es un triunfo.

Silla es la excepción

Solo en Silla se ha seguido con la tendencia anterior y la paja del arroz prácticamente no se reutilizará. Según el concejal de Agricultura, Felipe García, en un 40% de la superficie se ha quemado este residuo mientras que en un 50% se ha triturado y fangueado posteriormente. «Parece que puede haber un 10% que se habría recogido», indica el edil aunque recuerda que «en 2019 se podía quemar en esta zona» pero «muy distinto será este año 2020, cuando no se puede quemar, por lo que el sector tendrá que decidir que usos le da» a la paja.

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