Ante la proximidad de la fiesta de Todos los Santos, los consistorios han aprobado protocolos especiales para evitar acumulaciones, algunos de los cuales fueron debatidos ayer en una reunión en la Mancomunitat de l’Horta Sud para intercambiar problemáticas y consensuar soluciones.
En Torrent, donde el cementerio es de titularidad parroquial, se ha limitado el aforo a 2.000 personas como máximo, una cifra que en el consistorio se considera que no se va a superar. Asimismo y a instancias del alcalde, los párrocos de la población animan en las misas de los domingos a no concentrar las visitas en una misma semana sino a espaciarlas en las dos previas y posteriores.
Paterna amplía el horario de apertura ya que el cementerio permanecerá abierto desde el viernes 23 octubre al 1 de noviembre, ambos incluidos, desde las 8:00 h. a las 18:30 h y facilitar la asistencia escalonada de los visitantes. Además, será obligatoria la mascarilla, mantener una distancia interpersonal mínima de 1,5 m y foro limitado y asistencia en grupos reducidos.
Aldaia ha ampliado el horario del cementerio en las dos semanas previas a la jornada de Todos los Santos «para facilitar que se acuda escalonadamente! y ha limitado al 50% el aforo de ambos camposantos en su término. En el caso del más grande, que es el que acumula la mayor cantidad de gente, el límite máximo está en 2.750 personas, dadas sus amplias dimensiones». También se han establecido itinerarios de circulación y accesos distintos para la entrada y la salida.
En Xirivella, del 29 al 1 se prohibirá el acceso en coche al camposanto parroquial. Por ello el consistorio habilitará dos autobuses para el traslado de personas y el día uno se reforzará el servicio con un tercer autocar. También realizará labores de limpieza y desinfección en elexterior del cementerio. La parroquia tendrá voluntarios en el interior para que se cumplan la distancia social y controlar el aforo del 75%.
El Ayuntamiento de Alaquàs ha aplicado una reducción más drástica del aforo ya que de las 2.000 personas que podrían estar en el cementerio, según las bases de la Conselleria de Sanidad, solo se permitirá que coincidan en el recinto 500. Asimismo, se amplían los días y el horario de visitas en las jornadas previas y se recomienda a las familias que vayan en grupos de menos de 10 personas. Ese día habrá controladores.
En Burjassot, del 28 al 1 se aplica un horario interrumpido de 9 a 18 horas. Habrá gel hidroalcohólico, se requerirá mascarilla y se controlará el aforo, en principio de un máximo del 75%. Además, se señalizarán las calles del camposanto para guardar la distancia.
En Mislata, habrá horario interrumpido el fin de semana previo y desde el 29 de octubre. Se medirá la temperatura a la entrada y se registrará el acceso, con un circuito de entrada y salida, todo señalizado. Se prohíben grupos superiores de diez personas.
Quart habilitará un autobús el 30, 31 y 1, con salidas cada hora entre las 9 y las 17 horas. Se establece un horario especial desde el 26 de octubre, de 9 a 18 horas. Se desinfectará el interior del cementerio y será necesario mascarilla y mantener distancia.
Silla también ha aplicado medidas ya que controlará las visitas al cementerio a través de cita previa,ya bien presencial en la OAC y la Nau, o por teléfono, que ya se puede solicitar. Así, se han establecido cuatro visitas, 29, 30, 31 y 1 , en horario de mañana y tarde, aunque los días que se prevé más gente, el 31 y el 1, se ha dividido el día en cuatro turnos, dos por la mañána y dos por la tarde.
Paiporta y Catarroja han coincidido, por ejemplo, en planificar la entrega de arreglos florales así como escalonar las visitas para evitar aglomeraciones en los respectivos cementerios.
Así, Catarroja realizará controles de aforo y habilitará caminos seguros por el recinto, mientras que Paiporta, para evitar la concentración de visitantes, ha ampliado el horario del 26 al 1, de 8 a 18 horas y la limitación de aforo a 400 personas.
Profanación de tumbas en Xirivella
Agentes de la Policía Nacional de Xirivella están investigando la profanación de dos tumbas en el cementerio parroquial del municipio, así como daños en lápidas del camposanto. No hay pintadas de simbología alguna, pero no se descarta cualquier vía.
Fueron el párroco de la iglesia de la Virgen de la Salud, titular del cementerio, y el enterrador, los que la mañana del pasado viernes se encontraron con la trágica escena. Rápidamente llamaron a la Policía Nacional, que acordonó en el camposanto y se mantuvo clausurado durante todo la jornada festiva. El sábado, la parroquia explicaba en un comunicado los motivos del cierre del día anterior, que calificaba de»graves» y «vandálicos», al tiempo que anunciaba que la instalación volvía a abrir sus puertas.
La gestora del cementerio agradecía «al ayuntamiento su cooperación, y a las cuerpos de seguridad su diligencia y esfuerzo. No podemos añadir más información por motivos evidentes. Agradecer vuestra comprensión y colaboración. Intentamos mejorar en cada ocasión que tenemos, pero no va lo rápido que se quisiera, ya que el cementerio no es un negocio, sino un servicio al público con las limitaciones consecuentes. Esperemos ir mejorando con vuestros consejos, colaboración y paciencia. Gracias a todos por vuestra comprensión y reiteramos nuestras disculpas».
Fuentes oficiales de la Policía Nacional han confirmado a este periódico que se están investigando los hechos: lápidas rotas y dos ataúdes que fueron sacados de sus nichos, e incluso uno de ellos fue abierto. No hay pintadas ni se ha echado en falta objetos de los difuntos, pero todas las vías de investigación se encuentran abiertas.
Según ha podido saber este diario, uno de los ataúdes era de un fallecido de septiembre y los autores descartaron abrirlo, al detectar la salida de fluidos de su interior. En el otro caso, el féretro sí fue abierto y removido. Los responsables del incidente también dañaron en otras lápidas, rompiendo fotografías.
El párroco de la iglesia, a preguntas de este diario, lamentaba el «triste y lamentable» incidente ocurrido y recordaba que «no es la primera vez» que ha sucedido algo así en Xirivella y en otros pueblos. «La sociedad va cambiando y se ha perdido el respeto y el civismo», aseguraba el sacerdote.
