El belén monumental del barrio Roca volverá a montarse este año por la familia que lo promueve y, de hecho, se inaugura hoy. La pandemia no ha acabado con esta tradición aunque sí que incidirá en la organización de visitas. Este año se accederá al belén con cita previa telefónica, según informa Melchor Almela, maestro belenista y presidente de la fundación Belén de Roca en Meliana, quien asegura que «es necesario limitar mucho el aforo». «Dadas las circunstancias no podemos permitir las largas colas que se suelen formar todos los años a la entrada», dice. Las reservas pueden realizarse por teléfono en los números 699437977 y 659659699 o en el correo electrónico info@belenderoca.com. En compensación a las restricciones, el belén retrasará un fin de semana su cierre, y se podrá visitar hasta el 10 de enero. Además, se han ampliado los horarios de visita, de 10,30 a 14 horas, por la mañana, y de 16:30 a 20:30, por la tarde. La visita se realizará «cumpliendo todas las medidas de seguridad habituales, con el uso de mascarilla obligatorio, distancia social, aforo limitado y gel hidroalcohólico».

Mas pastores y corderos

Como todos los años, se han añadido piezas nuevas y, en esta ocasión, «se ha aumentado el número de pastores y corderos». Melchor Almela no ha querido añadir a la figura tradicional del belén guiños a la actualidad como colocar mascarillas a los personajes principales: «el belén tradicional es un misterio que tenemos que respetar, es algo más profundo que una simple maqueta, tiene una transcendencia».

El belén se instala en el barrio de Roca, a dos kilómetros de Meliana, y es una iniciativa de las familias Almela-Pascual y Pascual-Domenech, con la colaboración de amigos, que cada año recauda donativos para Manos Unidas en el arciprestazgo Santa María de El Puig, la Fundación Vicente Ferrer, Médicos Sin Fronteras y Cruz Roja. Está compuesto por una primera parte, de carácter bíblico, «con más de 20 escenas de la vida de Jesús», y una segunda parte, popular, «con una réplica de la barraca valenciana de principios del siglo pasado en homenaje a la huerta», según Almela.