La situación sanitaria de Mislata es de «absoluto colapso» con personas «que llaman hasta 200 veces para pedir una cita» y otras a las que no se atiende, según denuncia el alcalde, Carlos Fernández Bielsa, que ha alzado la voz de nuevo para reclamar a la empresa concesionaria de la gestión del área de Manises más medios y personal. Esta queja se suma a otras muchas que el mandatario socialista ha hecho públicas sobre la asistencia sanitaria, tanto en el departamento de salud como en la ciudad que gobierna, desde que se inició la pandemoa.

De hecho y tras recibir, «numerosas quejas ciudadanas» durante semanas, Bielsa está convocando reuniones con agentes sociales (sindicatos y asociaciones profesionales) para tener mayor conocimiento de la situación interna y «solicitar al unísono mejoras de calado en la asistencia sanitaria», que pasa por dotar de más recursos humanos a los centros de salud de la ciudad.

Una exigencia que se trasladará formalmente al área de Manises, de la que depende Mislata, para que la empresa privada que la gestiona aborde la cuestión de planificación de contratación de personal de manera «muy urgente, porque la situación muy deficitaria, y falta personal en nuestros centros de salud», ha asegurado el alcalde. «No solo es que no se está prestando el servicio que vecinos y vecinas necesitan, es que se está poniendo much´sima presión al personal sanitario, que es insuficiente y está absolutamente desbordado», incide. Carlos Fernández Bielsa.

Por ello, el Ayuntamiento de Mislata trasladará una serie de exigencias a la concesionaria. La primera es que se ponga en marcha el ‘call-center’, para la ciudad «algo a lo que la empresa concesionaria del área de salud se comprometió hace cuatro meses,» pero «a día de hoy la atención telefónica del centro ambulatorio es muy deficiente». El alcalde amenaza con que, en caso de no cumplir con la petición, «será el ayuntamiento el que facilitará a la ciudadanía la tramitación de quejas contra la concesión sanitaria para que la Generalitat Valenciana tome una determinación sobre la situación de la gestión y sancione a la empresa privada por los incumplimientos».

Además, el consistorio exige que se cubran las bajas y las vacantes por traslados, y que se contrate a más gente para atender el momento en que se vive, con un incremento considerable del número de contagios por coronavirus y también otras necesidades sanitarias que tiene la población.

Por su parte, fuentes de la concesionaria argumentan que «la pandemia está descontrolada en la totalidad de la Comunitat Valenciana» y, en este contexto, se da una «carencia de profesionales asistenciales» que «afecta a todas las comunidades y a todo el territorio», alo que se suma que «la cifra de sanitarios de baja o en cuarentena se triplica desde Navidad y ya son 3.500 fuera de servicio, según la conselleria».

La concesionaria indica que el «colapso sanitario» que el alcalde de Mislata se refiere «es generalizado en toda España. «En Manises continuamos trabajando para mantener el nivel de atención que nuestros pacientes necesitan, con las directrices de la conselleria en todo momento», asegura la firma que esgrime, sin aportar datos concretos, que se han reforzado plantillas y creado medios digitales para agilizar la atención telefónica o píldoras audiovisuales en YouTube para facilitar la atención y rehabilitación de pacientes.

Antiguo hospital militar

Por su parte, el Partido Popular de Mislata ha preguntado l presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, «dónde están los cien millones de euros que prometió el PSOE en 2016 para el hospital Manuela Solís, conocido como el Hospital Militar». Para el PP, los 15 millones que el Consell ha invertido en el hospital de campaña «podrían haber acondicionado» el recinto de Mislata para acoger a 500 personas. «Lamentablemente,las promesas de Puig, como sus hospilates de campaña, se vuelan», critican.

Nofuentes: «Sigue sin nombrarse al comisionado que ha de fiscalizar»

El presidente del Consejo de Salud del Departamento de Manises, Bartolomé Nofuentes, y concejal de Quart de Poblet, considera que, si bien la puesta en marcha inicialmente de los ‘call-centre’ en su municipio y Riba-roja contribuyó a «aliviar» la saturación de la atención telefónica, dado que el resto de servicios no se han dotado de los medios humanos necesarios, «cuando ha subido de forma importante la tensión sanitaria por la evolución de la pandemia, de nuevo se están desatendiendo otras patologías». Nofuentes ha convocado una reunión del Consejo de Salud para la semana próxima, para analizar la situación aunque apunta que el principal problema para que los consistorios accedan a información real es que «Sanidad sigue sin nombrar al comisionado del área, que es el cargo que tiene que fiscalizar a la empresa y asegurarse de que cumple la concesión».