El Ayuntamiento de Torrent ha iniciado una nueva fase de la restauración ambiental del barranc de l’Horteta, con el objetivo de dar continuidad a las actuaciones de adecuación morfológica y ambiental realizadas durante los últimos meses, centradas en eliminar diversas áreas de cañaveral –aproximadamente 3.500 metros cuadrados- para evitar la proliferación de esta peligrosa especie invasora. «La caña es considerada como una de las 100 invasoras más peligrosas, por la alteración de los ecosistemas que coloniza. Y por ello, retirarla es crucial. No sólo para mantener la biodiversidad y riqueza del barranc de l’Horteta, sino también para garantizar la capacidad de desagüe», señala el concejal de Sostenibilidad, Francisco José Arnau.

Entre los efectos que provoca una alta densidad de esta planta destacan la competencia y reducción de las especies autóctonas; una mayor evapotranspiración; y el aumento del riesgo de inundación en episodios de lluvia torrencial, ya que es fácilmente arrancada, al contrario que la vegetación autóctona, que sostiene los márgenes y es flexible. Esta especie invasora es uno de los principales peligros para la biodiversidad, al provocar la desaparición de las plantas y animales propios de cada región.

Asimismo, Arnau apunta que tras la retirada de esta zona de cañaveral «se inicia una segunda fase que se centrará en realizar plantaciones de especies de ribera autóctonas».