LaLa Asociación de Empresarios de Fuente del Jarro, Asivalco, quiere ver cumplida su transformación en Entidad de Gestión y Modernización antes de que finalice el presente año. Así se acordó en la una reciente reunión de la Junta Directiva de la entidad presidida por Santiago Salvador. Se trata de un proceso a desarrollar de la mano del Ayuntamiento de Paterna, que debe aprobar la documentación necesaria como el Plan Inicial de Actuación, Modelo de Estatutos y Convenio, así como ratificar en el Pleno Municipal la conversión en la nueva figura jurídica EGM.
Asivalco lleva desde principios de 2020 dando pasos en la tramitación de este complejo expediente que supondrá la plena adaptación a la Ley 14/2018, de la Generalitat, de gestión, modernización y promoción de las áreas industriales de la Comunidad Valenciana, normativa de la que fue uno de sus impulsores a través de la Federación de Polígonos Empresariales de la Comunitat Valenciana, FEPEVAL, entidad también presidida por Santiago Salvador.
El presidente de los empresarios de Fuente del Jarro recuerda que «la conversión en EGM no supondrá incremento ninguno de cuotas para los propietarios, ya que Asivalco no tendrá ningún gasto adicional». Pese a que todo son ventajas, cabe señalar que se trata de un proceso voluntario, que debe ser aprobado por un 51% de los propietarios.
Más de 440 firmas
Por ello desde Asivalco trasladarán toda la información a sus más de 440 propietarios, así como se convocarán reuniones informativas previas a la aprobación, que tendrá que desarrollarse en una Asamblea General Extraordinaria a realizar previsiblemente en el segundo semestre de 2021.
Si bien la pandemia no ha ayudado a desarrollar el proceso con mayor prontitud, Salvador recuerda que «ser EGM es algo a lo que debe optar cualquier área empresarial de la Comunitat, pues supone una oportunidad para revalorizar el suelo industrial en su conjunto». La conversión en EGM conlleva la firma de un convenio con el Ayuntamiento que permite reforzar el mantenimiento y conservación de las infraestructuras generales, pero también destinar más recursos y tiempo de gestión para la implementación de nuevos servicios de valor añadido o la interlocución con las instituciones con el fin de conseguir nuevas inversiones.
