Las obras de soterramiento del metro en el barrio del Empalme de Burjassot, las que han de conectar las vías de superficie de la línea 1 (Bétera-Castelló de la Ribera) con las de un túnel de 288 metros de longitud construido hace más de una década, avanzan dentro de los plazos anunciados por Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) a principios de año. Ya empieza a distinguirse el nuevo espacio que ocupará el tramo de vía férrea que sustituirá al anterior, desde las inmediaciones de la estación del Empalme hasta el subterráneo, y se pueden apreciar materiales como nuevos raíles y traviesas. 

Tal como estaba previsto para esta fase de trabajo, el corte de tráfico ferroviario entre las estaciones del Empalme y de Burjassot es inminente. En las paradas del ‘trenet’, los trabajadores de Metrovalència (marca comercial de FGV) ya lo están comunicando a viajeros interesados por la situación que se avecina. Se producirá “hacia la última semana de julio”. Según fuentes de FGV, los convoyes de trenes dejarán de circular entre estos dos puntos “previsiblemente a partir del día 22 de julio y durante todo el mes de agosto” para “volver a transitar, ya a través del túnel, a partir de septiembre”.

Para no suspender el servicio en la línea 1, FGV pondrá a disposición de los usuarios un autobús que cubra el mencionado trayecto. En estos momentos, en un espacio próximo a ambas estaciones, la empresa constructora está habilitando sendas paradas provisionales de transbordo. Asimismo, de cara al corte de tráfico ferroviario, FGV está preparando las vías de las estaciones –que pronto se convertirán en terminales provisionales– para que los convoyes, tanto procedentes de Castelló a la estación del Empalme como de Bétera a la estación de Burjassot, puedan realizar el cambio de sentido mediante “una maniobra en diagonal”.

Por otra parte, el espacio que quedará fuera de servicio tras la retirada de vías de superficie a la conclusión de las obras de soterramiento “se convertirá en zona verde”. Así se desprende de la reunión que, a finales de mayo, mantuvieron la directora general de FGV, Anaïs Meguzzato, y el alcalde de Burjassot, Rafa García, para abordar la cesión por parte de la Generalitat al municipio de ese suelo que dotará a la ciudad de “mayor sostenibilidad, haciéndola más amable para los vecinos, en un área en la que podrán pasear, hacer ejercicio o jugar”, un espacio que constituirá “un auténtico anillo verde”, como solicitó el alcalde.

Este terreno, cuyo acondicionamiento asumiría el consistorio burjasotense, se encuentra junto a la estación del Empalme y en el tramo de la calle Mariano Benlliure por donde transcurre la acequia de Moncada. Asimismo la finalización del soterramiento permitirá dar continuidad a la avenida Burjassot de València, a través de la calle Valencia de Burjassot, hacia el casco antiguo del pueblo con la reurbanización del espacio que ocupa el paso a nivel ya a punto –en pocos meses– de desaparecer.