El personal del centro de salud La Coma se siente amenazado ante el aumento de situaciones de agresividad por parte de los usuarios que se están dando últimamente. Así lo han hecho saber en un informe que han trasladado a vecinos y asociaciones de la zona con el fin de recoger firmas, para trasladar sus peticiones a los órganos competentes, la Conselleria de Sanidad y el Hospital Arnau de Vilanova, al que está adscrito el centro. Reclaman que se establezcan medidas para prevenir y poner fin a estos problemas de seguridad que se han agravado con la pandemia ante las limitaciones de aforo.
La plantilla, en el documento, explica que «hay un importante aumento de la agresividad contra instalaciones y material del consultorio auxiliar y lo que es más alarmante contra el personal del mismo». Así, el colecivo denuncia que los usuarios del centro se encuentran expuestos con frecuencia a escenas de tensión y violencia tanto en la sala de espera como en la puerta, puesto que, por limitaciones de aforo y normas Covid, se acumula gente delante, esperando su turno. Situaciones que han sido confirmadas a este diario por algunos de los pacientes, que han sido testigos de insultos y actitudes agresivas, delante incluso de menores.
El personal, además, advierte de que siente que su seguridad «no está garantizada» y que se ve «impotente» o con miedo a represalias a la hora de reclamar o denunciar. «No es inusual que determinados pacientes amenacen a las compañeras del mostrador si avisan a la policía», aseguran.
Quejas en sanidad
Las quejas han llegado a la Conselleria de Sanidad. Fuentes de la institución han confirmado a Levante-EMV que «la seguridad se ha reforzado recientemente con un efectivo adicional, y se ha coordinado con las fuerzas y cuerpos de seguridad una intensificación del patrullaje por la zona».
Sin embargo, los trabajadores y trabajadoras del centro de salud aseguran que estas medidas, «no son los suficientemente eficaces para garantizar un puesto de trabajo seguro» y recuerdan que hace poco remitieron otro escrito con respecto a los «fallos de seguridad detectados».
Por ello, tanto profesionales como ciudadanía del barrio y entidades asociativas que están firmando este informe, para prevenir estas situaciones agresivas, piden que se cree un puesto de policía o guardia civil dentro del centro de salud de La Coma.
También reclaman que se instalen cámaras de videovigilancia en las salas de espera y los baños, donde afirman que hay veces que los usuarios «trapichean».
Clausura del centro
Entre sus peticiones destaca también, como figura en el documento, la del cierre temporal del centro de salud y la reubicación de recursos humanos hasta solucionar la falta de seguridad y personal. Cierre que se produjo ayer a causa de tres bajas médicas.
La plantilla solicita cubrir los recursos del personal médico, enfermería y mostrador, de forma que permanezcan completos durante todo el año, así como limitar la presencialidad solo a casos valorados por un sanitario siempre con cita salvo excepciones.
El centro de salud cierra por la baja de sus tres médicas de familia
Un cartel en la puerta alertaba ayer de que estaba cerrado el consultorio y que tanto las citas como las urgencias sería atendidos en centro del Clot. Un cierre que la conselleria justifica a que «han coincidido en el tiempo las bajas, por diferentes motivos, de las tres médicas de familia» aunque no ha confirmado si la causa es la ansiedad generada. Sanidad afirma que «trabaja para cubrir las bajas a la mayor brevedad posible, pero las bolsas están agotadas» y que se «están adoptando medidas organizativas, para dar respuesta».
Por su parte, el PP de Paterna el Partido Popular, considera que el cierre «es la gota que colma el vaso» porque obliga a miles de vecinos a desplazarse hasta el centro de Paterna para ser atendidos, «cuando muchos no cuentan con medios para poder desplazarse».
