El concejal Higinio Yuste ha hecho historia de Massalfassar, no solo por ser el primer alcalde de Ciudadanos que tiene esta localidad de l’Horta Nord, tras tomar posesión en el pleno de investidura celebrado el pasado sábado, sino por convertirse en el cuarto mandatario en cuatro años.
De hecho, la población ha tenido habido los más alcaldes en esta última legislatura que en todo el periplo democràtico caracterizado por la continuidad de sus jefes de gobierno, con el socialista Llorenç Fenollosa de 1979 a 1991, y el popular Ximo Soler del 91 al 2015. Sin embargo, en 2019 Carles Fontestad (ex de Compromís, ahora en Demòcrates Valencians), tras cuatro años como primer edil (2015-19), le dio la vara de mando a Joan Morant de Compromís (2019-julio 2020)y éste al popular Álvaro Montañés (julio de 2020 a septiembre 2021) tras triunfar una moción de censura donde se pactó también el relevo de alcaldía con Higinio Yuste (CS,) que será alcalde desde septiembre de 2021 hasta las próximas elecciones supuestamente previstas en la primavera de 2023.
Una alternancia en la dirección que el gobierno local no considera relevante ya que, tanto el anterior como el nuevo alcalde pretenden dar continuidad a un proyecto que tiene como objetivo beneficiar ala ciudadanía.
« La voz de los vecinos es la que más queremos escuchar y tener en cuenta en este proyecto», aseguró Yuste en el pleno de investidura, que se realizó el pasado sábado por la mañana, con la presencia de los diputados autonómicos de Cs, Luis Arquillos y Mamen Peris; el diputado provincial y secretario de Acción Institucional, Jesús Gimeno; el secretario de Organización de la provincia de Valencia, Jorge Ibáñez, así como otros cargos, alcaldes y concejales de la formación naranja.
El nuevo alcalde, además de sentirse «orgulloso» de representar a su pueblo, marcó como objetivos de esta nueva andadura el bienestar social, la sostenibilidad y el medio ambiente así como la creación de empleo y la reactivación económica. En la misma línea, «las políticas irán orientadas a incentivar el uso de energías renovables, recuperar espacios de la vía pública para favorecer la seguridad de los peatones, potenciar zonas verdes, y mejorar las instalaciones deportivas, sociales y culturales».
Igualmente, el edil destacó que «se seguirá apostando por la cultura, las tradiciones y el patrimonio, y una mayor participación ciudadana». «La voz de los vecinos es la que más queremos escuchar y tener en cuenta en este proyecto», ha asegurado.
Además, Yuste agradeció «el trabajo conjunto de todo el equipo de gobierno» y tendió «la mano a la oposición para colaborar por el bien del municipio».
«Llega una etapa más relajada»
Justo antes del pleno de investidura, se realizó otra sesión extraordinario de renuncia a la alcaldía de Álvaro Montañés, que tan solo ha estado un año de alcalde, tal y como se pactó en el acuerdo de gobierno con Cs y Demòcrates Valencians.
El popular asegura que afronta «una etapa más relajada» llevando las áreas de Fiestas y Cultura. «A Yuste le he aconsejado que, para ser alcalde, debe ser buena persona, tener ilusión y ganas, y él lo tiene todo, además de que va a contar con nuestra ayuda sin vacilaciones», dice. Y es que para el ya exalcalde «la convivencia del grupo ha sido ejemplar y a pesar de las diferencias», no se ha hecho pública ninguna discrepancia porque siempre han buscado el consenso».
Moción de censura y crisis en Compromís
El inusual continuo relevo en la alcaldia comenzó con una crisis de gobierno en la pasada legislatura, con un enfrentamiento dentro de Compromís entre su entonces alcalde, Carles Fontestad, y su primer teniente alcalde, Joan Morant, a q uien retiró sus competencias tras regresar de una baja. Competencias que tuvo que devolverle tras el apoyo del partido a Morant, y la amenaza de expediente. Esta crisis acabó con el primero abandonando el partido y presentándose a las elecciones con una nueva formación, Demòcrates Valencians, que logró un concejal en las elecciones que, de nuevo, ganó Compromís, lo que convirtió a Joan Morant en alcalde. Aunque estuvo un año, ya que fue el apoyo de su excompañero de partido, Carles Fontestad, el que permitió a PP y CS llevar a cabo con éxito la moción de censura y arrebatarle la alcaldía a Compromís en julio de 2020, instaurando el tripartito con Demòcrates Valencians.
