Aunque el monumento al Llaurador ya lucía en una de las principales entradas de Silla desde diciembre tras estar 25 años abandonado en un almacén, la localidad le debía un homenaje a su autor, Paco Prima, fallecido antes de poder ver su obra en la calle, que se retrasó por la pandemia y que por fin se pudo realizar el pasado viernes. La viuda y los dos hijos del escultor pudieron inaugurar de forma oficial la instalación de la obra, en un acto en el que también asistió el alcalde Vicente Zaragozá, acompañado por miembros de la corporación municipal y representantes de entidades sociales.
«Es un orgullo después de muchas reuniones con el autor para saber cuál era la mejor ubicación, que esta obra esté en una de las principales entradas de silla. Este acto se había programado como una inauguración de la estatua pero la pandemia nos obligó a reinventarlo para convertirlo en un merecido homenaje a Paco Prima», explica el primer edil.
Su hijo, también llamado Paco Prima, quiso señalar que «estamos muy contentos porque ver esta obra de nuevo en la calle era una ilusión que siempre tenía mi padre y lamentablemente aunque no la haya podido ver en su ubicación, sí que llegó a conocer el proyecto y estaba muy contento», recordó.
¿Muestra permanente?
Después de realizar el acto en el espacio donde está ubicado el Monumento al Llaurador, se inauguró en el hall del Multifuncional Carmen Valero de Silla una exposición con gran parte de las esculturas cedidas por la familia de Paco Prima y que está abierta al público de lunes a jueves, de 19 a 21 horas. El consistorio está negociando con la familia Prima la posibilidad de dejar de forma permanente al menos parte de esta muestra de gran valor. «Es muy satisfactorio poder hacer que los jóvenes menores de 40 años puedan conocer la obra de mi padre», explicaba el hijo de Paco Prima.
