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La odisea de ir de València a Alaquàs en silla de ruedas

Juanjo Moreno, con movilidad reducida desde hace 15 años, reclama a las autoridades «soluciones» a las barreras arquitectónicas que aún existen

Juanjo Moreno ante una rampa sin construir en Xirivella. | SARA COBOS

Juanjo Moreno, de 52 años, fue diagnosticado de esclerosis múltiple hace 30 años y precisa de la silla de ruedas para desplazarse desde hace 15. Ante los problemas físicos provocados por la enfermedad, Juanjo abandonó sus residencia habitual en Alaquàs para, así, residir en la residencia Frater, situada cerca del Hospital General de València, desde hace cuatro años junto a otros catorce usuarios y usuarias de silla de rueda, elèctrica o manual.

La odisea de ir de València a Alaquàs en silla de ruedas | FOTOS DE SARA COBOS

En consecuencia, sus desplazamientos habituales hasta su pueblo natal, acompañado de su silla de ruedas, se han transformado en toda una odisea llena de barreras físicas que hacen peligrar su vida. «El camino más corto sería ir todo recto, pero con la silla de ruedas no es posible», declara. Ante tales circunstancias, Juanjo se ve obligado a dar «mil vueltas» para visitar a su madre. Así pues, uno de sus posibles recorridos conlleva llegar a Aldaia a través del carril bici, sobrepasando Alaquàs, para después dar toda una vuelta hasta la rotonda que da acceso al municipio. Ello conlleva un coste mayor de su tiempo por el exceso de kilómetros.

La odisea de ir de València a Alaquàs en silla de ruedas | FOTOS DE SARA COBOS

Sin embargo, el camino a través de Xirivella tampoco es sencillo. Juanjo asegura que, si bien la situación de la carretera ha mejorado y ha aumentado el número de rampas (especialmente en la zona de la estación de tren), su llegada al polígono industrial del municipio, que colinda con la entrada de Alaquàs, es toda una carrera de obstáculos. «Al subir a la calzada desde el carril bici hay un escalón para los peatones, que yo no puedo subir. Los que vamos en silla de rueda somos peatones no bicis», explica Moreno.

Asimismo, la falta de rampas y de caminos accesibles para aquellas personas con movilidad reducida no es la única traba. La escasa señalización en los caminos dificulta y, sobre todo, provoca las quejas por parte de coches, motocicletas, bicicletas y otros vehículos. «Cuando encuentro un pequeño hueco para avanzar siempre me adelantan e increpan los coches. Más allá de las barreras físicas, la sociedad me pone otras barreras», afirma Moreno.

Ante estas dificultades, Juanjo Moreno opta por desplazarse a Alaquàs en autobús, sobre todo durante las estaciones con peor tiempo, cuando la lluvia y el frío no le permiten hacer el recorrido íntegro en su silla de ruedas «de forma cómoda».

Sin duda, para Juanjo, encontrar las posibles soluciones que faciliten sus desplazamientos en silla de rueda a través de los municipios pasa por consultar a los principales afectados y afectadas, de lo contrario, considera que solo se llevarán a cabo «apaños». «Quienes diseñan las supuestas alternativas nunca se han sentado en una silla de ruedas para comprobar si su proyecto es eficiente», exclama Juanjo. El alaquasero pide, pues, que se estudien «de verdad» los problemas de los usuarios y usuarias de sillas de ruedas, contando con su colaboración. Con ello, Juanjo afirma que las soluciones están, pero hay que trabjarlas. «Se han hecho diferentes alturas en universidades u hospitales. Estas acciones tan sencillas solucionan muchos problemas», declara.

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