Apenas dos días después de que el experto Tomás Roselló publicara un artículo en Levante-EMV sobre la pérdida patrimonial para Torrent que había supuesto el derribo del edificio original del antiguo Asilo Santa Elena (ejecutada el pasado junio con permiso municipal, como informó este diario), diseñado por el arquitecto Javier Goerlich en 1927, la fundación que lleva su nombre denunciaba ayer que también se ha demolido el otro edificio que proyectó en la ciudad, el llamado Chalet de Gamborino, en el Vedat.
Tras la denuncia, la concejala de Urbanismo, Inma Amat, envió ayer una inspección de la Policía Local a la zona en la que se concluyó que, desde la observación exterior, «no se aprecia edificación en el interior», solo una parcela donde la frondosa vegetación está abandonada, aunque tampoco «restos de escombros ni de derribo». Por ello, a la espera de que una nueva inspección técnica del personal de Urbanismo acuda hoy, martes, 30 de noviembre, y puede certificar si se ha producido el derribo, Amat ha abierto una investigación sobre los hechos.
A Andrés Goerlich, portavoz de la fundación y sobrino nieto del gran arquitecto, la noticia del más que posible derribo le causó un «fuerte impacto» ya que defiende que fue lareferencia de València y el área metropolitana en la primera mitad del siglo XX y su huella se ha perdido en Torrent. «La ciudad debería ser más respetuosa con su historia, su patrimonio y su estructura arquitectónica», lamentó este experto además de criticar que ni el chalet ni el asilo tuvieran la protección que garantizara su pervivencia. «Se permitió demoler el asilo con la excusa de que ya no tenía valores arquitectónicos pero, ¿quien dijo eso? ¿que experto o institución?», reflexionó. Y sobre el chalet, si finalmente se ratifica hoy la demolición por el equipo técnico municipal, espera que este episodio marque un punto de inflexión y sirva para que el consistorio «tome más conciencia y apruebe de una vez un catálogo de edificios protegidos, que son los que le han dado personalidad, que sea riguroso y serio, ya que así no se puede seguir». Aunque Andrés Goerlich opina que el chalet había sufrido intervenciones impropias que lo habían desvirtuado, en parte, como el forjazo sanitario o la fachada, por falta de protección suficiente, defiende que «el concepto, la planta y los volúmenes se mantenían».
Por su parte, Tomás Roselló defendió también que el chalet se ha demolido al comparar capturas de Google Earth de marzo de 2020, en las que se observa el chalet en el centro de la parcela, rodeado de árboles, con otra de marzo de 2021, en la que aparece un hueco. Roselló había publicado diversos artículos sobre Goerlich entre 2011 y 2013, en los que se hacía referencia al chalet, algunos de ellos en Levante-EMV.