La adquisición y rehabilitación del Castell d’Alaquàs entre 2002 y 2007 por parte del ayuntamiento marcó un punto de inflexión en el centro histórico y el patrimonio local, así como en la vida cultural y social de la población. No obstante, en el entorno inmediato del monumento aún quedan temas pendientes de resolver tanto desde el punto de vista urbanístico como de recuperación.
El investigador local y miembro de Quaderns d’Investigació d’Alaquàs Pau Sarrió abrió el debate de nuevo, hace unos días, con motivo de la conferencia que impartió durante el acto de entrega del Premi Amparo Alabau al equipo interdisciplinar que dirigió la rehabilitación del palacio.
Sarrió se preguntó si la sombra del monumento «es tan larga» que eclipsa otras realidades de sus inmediaciones. Y puso como ejemplo la situación de ruina en la que se encuentra desde hace años el horno de la calle Rector Forriol, que es el edificio donde estaba el «Forn de la Senyoria», del qual Quaderns tiene las primeras referencias en el siglo XV. Este horno pertenecía al señorío de Alaquàs y era arrendado por el señor o la señora, según la época, a aquellos que fabricaban el pan.
El horno, de propiedad privada actualmente y desde hace décadas, forma parte de una manzana de casas antiguas para la que el consistorio tenía un proyecto integral hace dos décadas, vinculado a una operación urbanística, que no pudo culminarse. Y todo el conjunto está en el área delimitada por el Plan Especial de Protección y Reforma Interior (Pepri) de Alaquàs, redactado y aprobado en 1999, como consecuencia de la condición de Bien de Interés Cultural (BIC) del Castell.
El horno estuvo en funcionamiento con continuidad desde el siglo XV y hasta principios de los años 70 del siglo XX, cuando la familia que lo gestionaba trasladó la actividad a las inmediaciones.
En la conferencia, entre el público, formado por activistas por el patrimonio y profesionales, se apuntaron propuestas como que el ayuntamiento lo adquiera y rehabilite, o incluso alguna otra institución, ya que se valoró que difícilmente un particular lo restaurará.
Otro espacio que apuntó Sarrió en su intervención y que está pendiente de soluciones es el «Carreró de l’Esglèsia», un callejón junto al templo de la Asunción y el Castell integrado por casitas deshabitadas, ahora sin acceso por la colocación de una puerta de metal. Para esta zona, el consistorio propuso tras la rehabilitación del Castell soluciones como una calle de la artesanía o un centro para personas con diversidad funcional. Pero estos usos pasaban por la adquisición por el ayuntamiento de las casas, a través de la misma operación urbanística que no cuajó.
Finalmente, Pau Sarrió planteó la necesidad intervenir en la plaza del Santíssim, antigua plaza de la Morería, actualmente abarrotada de coches.
Musealización de piezas
En el acto de entrega del premio, volvió a reclamarse por parte del público y también de componentes del equipo interdisciplinar un asunto pendiente desde 2007: la musealización de los hallazgos en las diferentes campañas de excavaciones que el consistorio promovió en el proceso de restauración del Castell.
patrimonio. Las inmediaciones del Castell incluyen elementos valiosos desde el punto de vista patrimonial.
1 Edificio del antiguo Forn de la Senyoria. F
2 Plaza del Santísimo, llena de coches, ayer. F
