Un panel con una espectacular vista panorámica del barranco del Carraixet, captada por la cámara del fotoperiodista Ferran Montenegro para Levante-EMV, en el año 2000, se ha puesto de actualidad estos días al repetirse los hechos durante las lluvias de la semana pasada. La instantánea forma parte de la exposición que este diario inauguraba la semana pasada en Paterna, con motivo del 150 aniversario de El Mercantil Valenciano.

El desbordamiento, en algunos tramos del cauce, se produjo durante los episodios de gota fría de aquel año. Como se explica en la muestra, «las trombas de agua de ese año superaron niveles de décadas anteriores y dejaron aislados algunos municipios de toda el área metropolitana de València». «En el caso de este cauce, la crecida provocó que se desbordaran acequias, lo que supuso el corte de la antigua carretera de Barcelona (N-340) y todos los caminosrurales que conectaban con la N-221. La situación afectó a una decena de municipios», se añade en el pie de foto que acompaña a la imagen.

Aquellas lluvias también provocaron graves incidentes en l’Horta Sud, cuando se desbordó el barranco de la Saleta en Aldaia y este municipio y Alaquàs quedaron prácticamente aislados durante dos jornadas, con numerosos rescates que tuvieron que organizar los ayuntamientos. Lo mismo ocurrió con el barranco de Torrent en Catarroja. 

Como informaba Levante-EMV la semana pasada, el Carraixet también estuvo al límite en el episodio de lluvias que vivió el área metropolitana de València. Solo que esta vez, se produjeron en marzo y no a finales de verano o principios de otoño, coincidiendo con la semana fallera, una época no propia de ese tiempo.

La explanada del Cohetódromo de Paterna acoge hasta el 3 de abril esta muestra de imágenes que cuenta con el apoyo de la Diputación de València, el Ayuntamiento de Paterna, el Grupo Cooperativo Cajamar y la empresa Aigües de Paterna, del grupo Hidraqua. También colaboran los ayuntamientos de Tavernes Blanques, Alboraia, Rafelbunyol, Burjassot, Moncada, Meliana, la Mancomunitat de l’Horta Nord y la empresa Euronics.

"Los polígonos industriales han sido los grandes olvidados"

La asociación empresarial de Fuente del Jarro, Asivalco, lucha por mejorar las condiciones de este complejo situado en Paterna. Su gerente, Joaquín Ballester, asegura que «los polígonos industriales han sido los grandes olvidados» pese a su contribución a la sociedad ya que «suponen una generación de riqueza, una fuente de impuestos para los ayuntamientos y la creación y mantenimiento de puestos de empleo estables»

Asivalco ha sido pionera en la exigencia de un plan de seguridad integral. Tras años de presiones y después varios incendios que pusieron de manifiesto las deficiencias existentes (como recoge la exposición), consiguió que el Ayuntamiento de Paterna lo financiara y los cambios han supuesto un avance en los protocolos de actuación y prevención de riesgos.  

Las acciones más significativas 

Ballester afirma que el número de medidas ha aumentado de forma considerable. Una de las aportaciones destacadas es la ampliación de la red de hidrantes, que se ha duplicado en los últimos dos años con un total de 52 unidades. La normativa indica que debe haber una distancia máxima de 200 metros entre dos hidrantes, requisito que no se cumplía antes de la inversión. 

Recientemente, Asivalco ha encargado la señalética de los puntos de encuentro a los que deben acudir las y los trabajadores en caso de evacuación, con el fin de hacer un recuento inicial y mejorar la organización. Además, ha comprado un software para la gestión del polígono que incluye todo un apartado dedicado a los incendios.

“Intentamos que las empresas compartan, junto con su geolocalización, cuáles son sus mayores riesgos, de manera que si hay un incendio los bomberos puedan evaluar el peligro en las empresas colindantes y frenar la extensión del fuego”, explica. 

La instalación del Parque de Bomberos dentro de Fuente de Jarro hace décadas también ha supuesto una gran ventaja a la hora de actuar con inmediatez. 

Los incendios, un punto de inflexión en la sensibilización

Todas las pautas de precaución se extremaron a raíz de dos grandes incendios, que incrementaron la sensibilización en cuanto a la protección laboral. En 2015, las llamas invadieron una planta de reciclaje de residuos. De nuevo, en 2017, una empresa química fue el origen del mismo siniestro, derivado a cuatro naves más.

Ballester relata que en los últimos meses se han producido cinco incendios en polígonos industriales de l’Horta y Camp del Túria, por lo que todavía quedan cosas por hacer. En el caso de Fuente del Jarro, uno de los planes más esperados es la construcción de un segundo túnel. Hasta ahora, las dos fases del complejo se conectan por un solo túnel, que es escenario de atascos y dificulta la entrada y salida.

La creación del segundo tiene un presupuesto estimado de 6,5 millones de euros y requiere de ayudas autonómicas para su realización. “Nosotros nos encargamos de la gestión del día a día porque no tenemos la capacidad económica de cambiar las infraestructuras a gran escala. Para esas cosas necesitamos a los ayuntamientos, a quienes recordamos que Fuente del Jarro genera millones de euros todos los años solo en impuestos”, sostiene el gerente.

Joaquín Ballester, con el panel de un incendio en F.Jarro. L.S.