De repente, “un día de lo más soleado se nubló; pero no perdió el color”. La falla Mariano Benlliure-Séquia de Tormos de Burjassot está de luto. Uno de sus falleros de referencia, Salvador Ballesteros, falleció el pasado sábado. La noticia irrumpió en el casal mientras la comisión del barrio del Empalme celebraba, ese mismo día en la calle València, su XVII Festival de Música i Danses Tradicionals.

Salva, como lo conocía la familia fallera de Burjassot, fue precisamente impulsor de este encuentro folclórico –creado a principios de siglo– con que la falla, además de “dar la bienvenida al verano”, contribuía a “difundir y preservar el patrimonio inmaterial de los pueblos”. Además, en los últimos años, el festival –organizado con la colaboración del ayuntamiento y diversas empresas– ha incluido un espacio de solidaridad destinado a los colectivos que luchan por la mejora de la calidad de vida de las personas con diversidad funcional.

El fallero fallecido Salvador Ballesteros.

El fallero fallecido Salvador Ballesteros. V. Ruiz

“Acabamos rotos el festival; pero, como a Salva le hubiera gustado, lo acabamos; él se embarcó en este proyecto con mucha ilusión”, dijeron desde la comisión al término de la jornada.

Salvador Ballesteros también presidió durante años la falla y asumió diversos cargos como el de vicepresidente y tesorero; gestionó la compra del casal donde actualmente se encuentra la comisión, fue uno de los creadores del eslogan “Junts fem falla, junts som l’Empalme” y, como recuerdan sus compañeros y compañeras, “siempre estuvo al pie del cañón”. La junta directiva de Mariano Benlliure decidió “decretar tres días de luto en honor de Salva” y suspende sus actividades “hasta nueva orden”.

Festival impregnado de solidaridad

El fallecimiento ed Salvador Ballesteros se produjo justo el día que regresaba la celebración del Festival que él impulso tras dos años de parón por la Covid. La Rondalla Trenca Cordes del Cap i Casal y el grupo de Coros y Danzas de los Dolores de Murcia actuaron junto a los organizadores,  el Grup de Danses L’Empalme de la falla Mariano Benlliure y la Associació Cultural Grup de Danses La Senyera de València.

 El festival, que contó con el patrocinio de una veintena de empresas y la colaboración del Ayuntamiento de Burjassot, reservó un espacio importante a la solidaridad. De hecho, el espectáculo estaba enmarcado en las acciones del programa social “¡EA!” de 2022-2023 que la comisión Mariano Benlliure desarrolla a beneficio de la Asociación Valenciana de Ayuda a la Parálisis Cerebral (Avapace) y el colectivo Tots Junts Podem (TJP), que fomenta el ocio inclusivo. Con la consigna “Rompiendo barreras”, TJP instaló una parada para dar a conocer sus actividades y ofrecer productos cuyo importe recaudado se destinará, “íntegramente”, a “mejorar la calidad de vida de las personas con diversidad funcional”.

Representantes mayores e infantiles de la Agrupació de Falles de Burjassot. V. Ruiz

En cuanto a Avapace, ya se puede contemplar en espacios de expresión libre los carteles de la III San Silvestre Solidaria que Burjassot, a instancias de la falla del célebre escultor, acogerá en diciembre a beneficio del colectivo de personas con parálisis cerebral y sus familias.

Además de solidaridad y como era de esperar, la calle València del barrio del Empalme se impregnó durante la jornada del sábado de las mejores muestras de sonido y movimiento del patrimonio inmaterial de los pueblos. El XVII Festival de Música i Danses Tradicionals tuvo como colofón, al compás de ‘tabal i dolçaina’, una gran ‘dansà’ en la que participaron las cuatro sociedades folclóricas protagonistas y buena parte de los espectadores.