La Entidad Metropolitana de Servicios Hidráulicos (Emshi) está ejecutando los trabajos para la retirada de la tubería más grande de fibrocemento que permanece en funcionamiento en la red de abastecimiento, de más de dos kilómetros de longitud y 40 años de antigüedad, y su sustitución por una nueva conducción de fundición dúctil. En total se invierten 3,5 millones de euros.

La conducción de fibrocemento discurre en un 90% por el término de Alboraia. Para acometer su retirada, el equipo técnico de la Emshi ha diseñado dos fases. La primera, comprendía el tramo desde el cruce de las calles Arnaldo de Vilanova y Gran Canaria, en València, hasta el final de la avenida Vicente Blasco Ibáñez, ya en Alboraia. Esta primera fase ya ha concluido, con un presupuesto de 1,4 millones.

Ahora, las obras que se están ejecutando corresponden a la segunda fase, en el trazado a la altura de Port Saplaya, justo detrás de la superficie comercial. Los trabajos se dividen en dos tramos, de unos 600 metros cada uno, y se está empleando la técnica de drenaje por well-point debido al nivel freático. Con ello se consigue trabajar en seco para instalar la nueva tubería, de fundición dúctil, que presenta gran durabilidad y resistencia a la corrosión. El plazo de ejecución ronda los ocho meses y cuenta con un presupuesto de 2,1 millones de euros.  

Desde la Emshi matizan que el fibrocemento no influye en la calidad del agua, pero el complejo protocolo a seguir a la hora de realizar reparaciones o modificaciones en conducciones construidas con este material recomienda su eliminación de la red de abastecimiento. Cuando concluya la actuación en Alboraia, el porcentaje de fibrocemento en las tuberías de la EMSHI será inferior al 10%. La eliminación progresiva de este material está prevista en el plan de inversiones del año 2022.

Cabe señalar que este tramo de red permite la alimentación de casi todas las poblaciones de l’Horta Nord, como Meliana, Foios, Albalat dels Sorells, Albuixech, Massalfassar, Massamagrell, La Pobla de Farnals, El Puig de Santa Maria, Puçol, Rafelbunyol, Museros, Emperador, Vinalesa y Alfara del Patriarca, a través de la Estación de Bombeo de Port Saplaya, en caso de fallo en la tubería que las abastece habitualmente.

Elisa Valía, presidenta de la EMSHI, y Yolanda Miró Pascual, jefa de obra.

La presidenta de la Emshi, Elisa Valía, asegura que sustituir las tuberías de fibrocemento que quedan en la red “es una prioridad” para la entidad metropolitana ya que, “si bien estas conducciones no afectan a la calidad del agua, su material eleva la dificultad y el coste de actuaciones y reparaciones”. Valía reconoce que la tubería que discurre por Alboraia, con más de 40 años de antigüedad, “había concluido su vida útil” y que el objetivo de la Emshi “es mejorar el servicio con las máximas garantías y con los más elevados estándares de calidad y bienestar para el quipo profesional que trabaja en el servicio de agua en alta».