La ciudad de Torrent estrenaba la década de los 70 y un grupo de líderes ciudadanos se planteó que en la sociedad se habían producido los suficientes cambios como para requerir nuevos servicios que el régimen del momento, el franquismo en sus últimos coletazos, no le estaba dando. La incorporación de la mujer al trabajo, la necesidad de «mejores y más amplios» servicios sociales o las exigencias de participación en la vida pública hacían necesario otro modelo, en el que la sociedad civil tenía que ser la protagonista

Nacía así el Instituto Pro-desarrollo (posteriormente Fundació Caixa Torrent y actualmente Fundació Horta Sud), que comenzó a impulsar todo tipo de actividades de activación de la población, con las que se adelantaron a la democracia, que vendría unos años después. 

Una charla de Adela Cortina FHS

Cursos de diferentes materias, conferencias de personalidades como Adela Cortina, asesoramiento y acciones de promoción de los barrios, configuraron un modelo de trabajo que ha cumplido medio siglo en 2022. Una gran gala recordará esta tarde la historia de este movimiento y planteará sus retos futuros.

Respaldo de la Caja de Ahorros

Aquel grupo inicial, que contó con el respaldo de la Caja de Ahorros de Torrent, estaba liderado por Sandalio Miquel Miquel, y tuvo en sus filas a personas del peso del empresario Salvador Fernández Calabuig. En el primer folleto del proyecto, se decía sin tapujos: «hay que desarrollar la vida comunitaria» y «la comunidad debe ser la protagonista principal y sus miembros, los agentes directos del desarrollo».

Los primeros textos ya hablaban de «una comunidad de hombres y mujeres» que habían de decidir juntos

A pesar de ser 1972, el colectivo empleó una metodología que, en parte, sigue vigente hoy. Analizar las necesidades y fomentar la participación en la búsqueda de soluciones eran el punto de partida. Para ello, el Instituto Pro-desarrollo anunció que contaba con un equipo de animadores sociales, entre otros. «Pero sin vuestra participación activa, todo esto sería un tinglado más» decían, ya que aspiraban a ser «una comunidad de hombres y mujeres» que decidieran juntos.

Una de las actividades de la entidad FHS

A Sandalio Miquel se sucederían en la presidencia de la entidad José María Peiró, José Tordera Ferrer, Josep Ferrís March, Vicent Comes Iglesias, Enric Martí Marzal y Alfred Domínguez Ibáñez. En el año 2019 asumió el liderazdo la primera mujer, Inma López, directora de la Nostra Escola Comarcal, que sigue estando al frente del proyecto hoy. 

El Instituto Pro-desarrollo pasó por diferentes etapas, marcadas, en parte, por los cambios sociales, aunque también por la propia evolución de la caja de ahorros (posteriormente integrada en la CAM). 

La entidad ha estado también ligada a los cambios de Caixa Torrent, que después se integró en la CAM

Una de las etapas más significativas fue su apertura al resto de l’Horta Sud, en la década de los años 90, a la que tímidamente ya habían hecho referencia los primeros documentos de 1972 como «Torrent y su zona de influencia». En esa etapa, la acción se dirigió a empoderar líderes y lideresas sociales y a trabajar con las asociaciones como agente principal, con Ferrís March a la cabeza, y se realizaron algunos de los estudios más importantes de l’Horta Sud. También fruto de aquella acción se creó el Museu Comarcal de l’Horta Sud, donde la fundación tiene actualmente su sede. 

El trabajo interasociativo

La consolidación definitiva de la fundación como modelo de trabajo llegaría en la etapa de Alfred Domínguez, en los 2000, con acciones como los Premis Interassociatius, l’Escola d’Associacions, campañas sobre la necesidad de un plan estratégico o el impulso de entidades como el Foro Empresarial (en su segunda etapa) o la Xarxa de Museus.

Su batalla para conseguir que se reconociera oficialmente l’Horta Sud, frente a la subdivisión alegal l’Horta Oest que aplicaba el Consell, se ha ganado hace apenas unos días.

Clases que se impartían en la entidad. FHS

La emergencia climática, la pandemia o la guerra de Ucrania, que están modificando los equilibrios en el planeta, han motivado el último reto de la Fundació Horta Sud: diseñar la reconstrucción económica y social desde la ciudadanía y con la base de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Nacía así en 2020, en plena crisis sanitaria, la iniciativa «Serà Horta Sud», que aborda, de forma sectorial, la movilidad, el empleo, las fuentes energéticas o la acción social, desde la perspectiva del movimiento asociativo y lanza reivindicaciones concretas a las administraciones, con la exigencia de que trabajen coordinadas.