Aunque era una realidad plasmada en numerosas entidades comarcales, estudios, investigaciones y, sobre todo, en un organismo supramunicipal común, la Mancomunitat, será la reforma del mapa comarcal reciente que ha acometido el Consell la que reconozca, de forma oficial, en la Generalitat Valenciana, la delimitación territorial de l'Horta Sud, que abarca 20 pueblos y ciudades, con capital en Torrent.
«Nos ha costado mucho. Reuniones, manifiestos, acuerdos, mociones en los plenos, reivindicaciones ante algunas administraciones públicas y una fuerte campaña, pero al final hemos conseguido lo que se oficialice lo que ya era una realidad y todo el mundo en l’Horta Sud sabía, que somos 20 municipios y que l’Horta Oest no existe». Así de contundente se ha mostrado el presidente de la Mancomunitat de l’Horta Sud, José F. Cabanes, un organismo que en abril celebró sus 40 años de existencia y que siempre funcionó sobre la premisa de este territorio, que ya reconocían anteriormente asociaciones, colectivos, intelectuales y otros movimientos.
El presidente ha esgrimido que l’Horta Sud «es un potente motor económico en la Comunitat Valenciana, y una potencia demográfica con casi 500.000 personas y un rico tejido asociativo que genera muchos proyectos». «Por fin vamos a dejar atrás ese invento raro de l’Horta Oest», dice Cabanes, en referencia a una subdivisión que la Generalitat aplicó en la segunda mitad de los años 80, tanto a nivel cartográfico como estadístico.
"L’Horta Sud es un potente motor económico en la Comunitat Valenciana, y una potencia demográfica"
Aunque la denominación se mantenía en los despachos, en los últimos siete años se había utilizado públicamente por el Consell del Botànic. «L'Horta Oest hacía daño a la vista además de molestar mucho a aquella generación que nos precedió y que luchó por esta comarca, que ahora la habían visto peligrar», valora el portavoz del Foro Empresarial de l’Horta Sud, Paco Pons. «Ahora que ya tenemos el reconocimiento oficial, tenemos la responsabilidad de seguir siendo líderes», añade Pons.
"Ahora que ya tenemos el reconocimiento oficial, tenemos la responsabilidad de seguir siendo líderes"
La entidad comarcal ciudadana más importante, la Fundació Horta Sud (que esta semana celebra sus 50 años de vida) también ha abanderado el proceso para erradicar el topónimo alegal Horta Oest, que se aplicaba a un puñado de pueblos de l’Horta Sud (Torrent, Alaquàs, Aldaia, Xirivella, Quart, Manises, Mislata, Paiporta o Picanya) y a Paterna, quepertenece a l’Horta Nord. Su presidenta Inma López expresa que el reconocimiento oficial «era una reivindicación de hace mucho tiempo y de muchas personas, y ha costado mucho trabajo». «Es un gran regalo de 50 años», manifiesta López, quien lamenta que «este error garrafal de alguien haya durado tanto tiempo».
«Este error garrafal de l'Horta Oest que cometió alguien haya durado tanto tiempo»
En el terreno de la investigación, el Institut d’Estudis Comarcals (Ideco) de l’Horta Sud también agradece «que se oficialice la realidad y que se integren en los mapas los pueblos de l’Horta Oest en l’Horta Sud». «Eso de l’Horta Oest era muy artificioso y nos ha creado problemas cuando la realidad es que llevamos décadas deinvestigación y publicaciones sobre la base de l’Horta Sud como una comarca integrada por 20 poblaciones», expresa el presidente Josep Maria Tarazona.
"L’Horta Oest era muy artificioso y nos ha creado problemas"
La ley de Mancomunidades
El término Horta Oest comenzó a aparecer de nuevo a raíz de la llegada del Botànic al Consell y, con ello, se iniciaron las acciones en contra por parte de la Mancomunitat y las principales entidades comarcales. En ese proceso hubo dos hitos importantes. El primero fue cuando la Diputació de València comenzó a colocar señalización en carreteras con la denominación Horta Oest en 2018, y las organizaciones obligaron a su retirada inmediata.
El segundo hito fue en positivo y correspondió a la Ley de Mancomunidades, en la que se reconoció l’Horta Sud integrada por los 20 municipios como realidad administrativa, lo que era la primera oficialización. La presión ejercida por los colectivos sobre el Instituto de Estadística y el Cartográfico, ambos de la Generalitat Valenciana, han culminado el proceso.
