Medio centenar de personas acuden al voluntariado de valenciano de Catarroja

Unas 50 personas asistieron esta semana a la Escuela de Adultos de Catarroja para dar el pistoletazo de salida a una nueva edición del Voluntariat pel Valencià. En el acto intervinieron Vicent Moreno, presidente de Guaix, Dariana y Ezzahra, participantes de otras ediciones y el concejal Martí Raga. Los cuatro coincidieron en la importancia de hablar la lengua para mantenerla viva.

Dariana es rumana, cuando llegó a Catarroja en 2004 y matriculó a su hijo en un colegio público del municipio se dio cuenta de que los deberes y las comunicaciones de la escuela estaban en una lengua que no era castellano. Inmediatamente decidió que además de castellano debía aprender esa lengua porque era la del lugar en el que había elegido vivir.

En 2005 cuando la escuela Jaume I de Catarroja hizo una experimento piloto, el germen de lo que un año después sería el Voluntariat pel Valencià, Dariana no dudó en formar parte. Desde entonces ha estado vinculada al proyecto. En 2008 entró a formar parte del equipo del Voluntariat d’Escola Valenciana, y poco después se encargó de realizar la coordinación técnica del programa, hasta 2018. A día de hoy colabora con el Voluntariado desde la militancia.

El caso de Ezzahra es distinto. Nació en Catarroja pero su familia es marroquí. Que en su casa se hablara árabe y que en la calle con el castellano tuviera suficiente para relacionarse no fue suficiente para ella. Desde que lo escuchó en la escuela Ezzahra quería hablar valenciano y por eso aprovechó las clases para aprenderlo y utilizarlo en su día a día, este año intentará compatibilizar las clases en la Universidad con la labor de voluntaria, por ir un paso más allá en su vinculación con el proyecto. Cómo Dariana considera que el valenciano es su lengua.

"Las lenguas unen, siempre"

El Voluntariat pel Valencià es, tal y como explica Dolors Gimeno, concejala responsable de Promoción Lingüística de Catarroja "una herramienta muy útil para las personas que no hablan nuestra lengua y quieren hablarla. Además, sirve para conectar a gente que de otro modo no se hubiera conocido y es la prueba más evidente de que las lenguas unen, siempre".

La presentación de esta nueva edición ha sido un éxito, con una sala de la Escuela de Adultos repleta de vecinos y vecinas de Catarroja, a las intervenciones iniciales de los invitados se añadieron los testigos de algunas de las personas voluntarias y de sus parejas lingüísticas, todas coincidieron en la necesidad de hablar valenciano para mantenerlo vivo y en que el Voluntariado les ha aportado el aprecio y la conciencia para proteger la lengua.