El poeta Estellés protagoniza el segundo encuentro de las “Rutas culturales” de Burjassot

Coincidiendo con el centenario de su nacimiento y el XXXI aniversario de su muerte la ruta cultural estuvo exclusivamente dedicada al poeta y vecino

Inicio de la ruta dedicada al poeta Estellés.

Inicio de la ruta dedicada al poeta Estellés. / V.R.S.

Burjassot celebró el pasado sábado por la mañana el segundo de los cuatro encuentros programados para abril y mayo del proyecto municipal “Rutas culturales”, iniciativa que, tal como recientemente explicó el alcalde, Rafa García, no solo tiene el propósito de acercar la historia y el patrimonio del municipio –como sus monumentos, espacios naturales, artistas o autores literarios más destacados– a la ciudadanía, sino también de “hacerla partícipe” de toda esa riqueza.

En esta ocasión, coincidiendo con el centenario de su nacimiento y el XXXI aniversario de su muerte, la ruta cultural estuvo exclusivamente dedicada al poeta y vecino –“un entre tants”– Vicent Andrés Estellés.

Ruta por lugares vinculados a la vida del poeta

El paseo, que partió desde la plaza del ayuntamiento, junto a la estatua del escritor, se encargó de ilustrarlo Albert Iborra, miembro de la Asociación de Guías de València. Para empezar, reparó en el hecho de que Andrés y Estellés “son apellidos muy comunes en la Ciudad de los Silos” y, a continuación, refirió la biografía de una persona que vivió variados regímenes políticos. Nació durante la dictadura del general Miguel Primo de Rivera, conoció la II República, el franquismo y, finalmente, la restauración de la monarquía o transición democrática.

Tras la presentación, los participantes en la ruta recorrieron distintos lugares estrechamente vinculados a la vida y obra de Estellés como, entre otros, la casa que lo vio nacer, el horno de Nadalet, el Antiguo Mercado Municipal, la plaza de la Constitución de 1978 –antes llamada del País Valenciano– y el patio de Sant Roc. En cada parada, el guía también puso voz a textos de un poeta para quien el mayor honor al que puede aspirar una persona es el hecho de ser pueblo. “I seràs, per a sempre, poble”, reza su epitafio.