La muerte de la perra Lila, en Calicanto, el 19 de septiembre, todavía sigue siendo un misterio casi dos semanas después. Poco o nada sabe la familia del animal el paradero de su cuerpo tras ser recogida por el encargado de Serproanimal - El Corralet y ser llevada, según su versión, a la sede de esta empresa en Vinarós, a 200 kilómetros de donde fue encontrado el animal. Allí, en algún momento de la tarde o noche, falleció.

Tales son las incógnitas y la desinformación que la familia de Lila ha recibido que han lanzado una campaña en Change.org para pedir el cierre de esta empresa. Quique Vidal, hijo de la familia, explica que con la difusión de lo sucedido a Lila "queremos visibilizar que el centro es una perrera y no un centro de acogida, si no que es un negocio donde cada perro que se recoge, es dinero". Además, el empeño de Vidal está siendo más que apoyado en las redes sociales, donde el caso de Lila ha corrido como la pólvora. 48 horas después de abrir la página en la plataforma Change.org, la petición ya lleva 3.200 firmas.

Además, según ha explicado Vidal, parece que la versión de Serproanimal ha cambiado ahora tal como han informado a la familia. Tras la presión ejercida para recoger el cadáver, desde Serproanimal, el encargado de la empresa y el que recogió a Lila en Calicanto, Alex Membrado, dijo que a la perra "la llevó a un sitio en Llíria, donde falleció". "Ahora la versión ha cambiado, pero seguimos sin tener a Lila", lamenta Vidal.

"Quiero hacer justicia pero principalmente quiero ayudar a más perros que estén perdidos o puedan perderse y para que sus familias no pasen por donde estamos pasando nosotros", señaló Vidal.