Oliver Alonso

Presidente de Domingo Alonso

Ana SAMBOAL

"La crisis y lo mal que lo han hecho algunos presidentes del gobierno nos han ayudado a ser más fuertes y más internacionales". Así de claro habla Oliver Alonso. El presidente de Domingo Alonso, multinacional de origen canario centrada en la importación de automóviles de alta gama en camino de reconvertirse en una empresa global de servicios de movilidad, se declara ferviente partidario del modelo liberal estadounidense. En su funcional y moderna sede, a pie de calle, en el centro de Las Palmas, en la que comparte su despacho con el resto de los empleados, habla de casi todo con pasión, sin morderse la lengua a pesar de saberse políticamente incorrecto. Estudió en Suiza, Alemania y Estados Unidos y ahora está al mando de la empresa que fundó su abuelo exportando tomates, que su padre hizo crecer de la mano de marcas pujantes como VW o Toyota y que la tercera generación ha llevado a Portugal, Latinoamérica y África.

"Prohibir los coches diésel aumentará la contaminación"

"Tienen a la clase media inflada a impuestos, me parece amoral pagar más de un tercio de tu salario en tributos, ganes lo que ganes"

–¿Cómo ha salido su empresa de la crisis?

–Fue sorprendente, porque hasta funcionarios que seguían cobrando lo mismo decían: "voy a dejar de comprar un coche hasta que pase la crisis". Que de un plumazo se te vayan dos tercios del mercado es muy duro.

–¿Cuántos empleos se perdieron?

–Doscientos. Hicimos una selección de los mejores talentos para seguir defendiendo la compañía. Incluso los jóvenes con seis meses de antigüedad, si eran buenos, se quedaban. El dicho "el que sale de la crisis, sale más fuerte" es verdad. Nosotros salimos antes y aprovechamos muchas oportunidades. Eso nos hizo crecer. Hoy en día, tenemos el doble de negocio que en 2007 y hemos creado casi 600 empleos más. Soy muy proamericano en la ley laboral, pienso que la facilidad de reestructurarte y a un costo muy inferior ayuda a sobrevivir a las compañías y sobre todo a que la economía se recupere más rápido. Solo hay que ver Estados Unidos, con un paro al 4,5%. La crisis duró dos años y nosotros hemos tenido diez.

–¿Falla la regulación?

–Estamos sobrerregulados. La reforma laboral llegó tarde. Se podría haber hecho bastante más amplia. Creo en los sistemas mucho más abiertos donde se pueden hacer reducciones de personal a un coste muy inferior.

–¿Indemnizaciones por despido más bajas o nulas?

–Nulas, pero esto en España parece que es un pecado decirlo.

–Usted lo está diciendo

–Sí, es en lo que creo. Lo puedo decir porque nosotros somos socialmente responsables. Cuando llevas dos años en la compañía, tienes un seguro sanitario que damos voluntariamente porque entendemos que de esta forma ofrecemos más calidad a las personas que trabajan con nosotros. Tenemos una guardería para facilitar la conciliación y muchísimas mujeres directivas. Con fundaciones apoyamos muchas cosas en la sociedad. En lo económico, profesamos un pensamiento liberal.

–Esa desregulación no la defiende ningún partido

–En Europa tenemos una moral socialdemócrata inexistente en EE UU. Allí, pagas el salario bruto al trabajador y él declara sus impuestos. En Europa, el papá Estado lo regula todo. En EE UU sólo hay un objetivo: impulsar la economía para que a todos nos vaya bien. Europa no valora el esfuerzo y en EE UU te lleva a una situación económica mejor. En el modelo europeo la clase media está absolutamente inflada a impuestos, no puede trabajar más para disfrutar de una prosperidad mayor. En EE UU pagaba un 34% de IRPF y aquí el máximo. A mí me parece amoral pagar más de un tercio de tu salario, ganes lo que ganes.

–¿Desincentiva el trabajo?

–Enormemente. Desincentiva el trabajo, el alquilar una casa que tienes libre... Dices "¿para qué, si se lo va a llevar Hacienda?". Una de las principales medidas que hay que tomar en España es bajar la fiscalidad, el Estado tiene que aprender a gestionar con menos dinero. Aquí, cuando el Estado no funciona bien, lo dotamos de más recursos. Es un saco sin fondo, todo el mundo lo ve y nadie hace nada. A eso se tienen que dedicar los partidos políticos: a mirar cómo con la mitad de ingresos dan más servicios a la ciudadanía.

–El 28 de abril no va a encontrar papeleta para votar

–Los dos partidos mayoritarios están en un nivel de corrupción muy fuerte y los otros que todavía no han gobernado... Mi padre decía que esta sociedad está corrupta. Y es verdad.

"Emprender en España es desmotivador, el país padece un déficit de transformación digital brutal"

–¿Necesitamos una regeneración ética?

–Sí, pero como la Justicia no funciona... No te digo que sea más ética en Estados Unidos, pero funciona mejor. Si tarda siete años en pronunciarse, eso no es justicia. En España, como no funciona, es fácil no cumplir con la ley. En EE UU, a un juez, a un policía, a un médico se le respeta, también la propiedad privada. Todo esto hace que me haya vuelto un proamericano. Con sus más y sus menos, porque ningún sistema es perfecto. Siempre te responden con el tema sanitario. En Estados Unidos, si tú entras por Urgencias, te van a atender, aunque no tengas dinero. Otra cosa es que los tratamientos siguientes te los paguen o no.

Oliver Alonso, en la moderna sede de su grupo, en el centro de Las Palmas, donde comparte despacho con el resto de empelados. | JOSÉ CARLOS GUERRA
–La sanidad española es más eficiente

–Si no tengo seguro, prefiero vivir en España, eso está claro. Y si no, que se lo digan a todos los que vienen de otros países. Me acuerdo de una anécdota buenísima. Me había ido a EE UU, no cotizaba en España y tuve una urgencia. Llevé a mi hija a la Seguridad Social y al mes siguiente me vino la factura. Y me alegré: "qué bien, esto funciona y a mí me cobran". Después me quedé con la sensación de que fui el único tonto que pagó... No tengo nada contra los inmigrantes, son absolutamente necesarios. Pero un inmigrante que no ha cotizado y que está ilegal dispone de esos servicios sin pagar.

–¿Se han recuperado los niveles de venta previos a la crisis? ¿O también ahí había burbuja porque se compraban coches para blanquear?

–Eso de blanquear comprando coches será con los usados, porque en el mercado nuevo no existe. Hacienda sabe a qué precio has comprado y has vendido. Con las empresas profesionalizadas, el dinero negro no existe. Hacienda funciona muy bien, gracias a Dios, por los muchos palos que han recibido las personas que han defraudado. Si las instituciones funcionaran tan bien como Hacienda, a España le iría mucho mejor.

–¿Tenemos un parque automovilístico adecuado?

–Ha envejecido. Hay mucha renovación por hacer. El cliente no es tan alegre como antes.

"Creo en los sistemas abiertos donde se hacen reducciones de personal a un coste inferior"

–¿La crisis nos ha puesto una vacuna de prudencia?

–Sí. Durante la crisis, marcas "low cost" subieron y ahora bajan. El cliente vuelve a aspirar a coches "premium". Lo que nosotros llamábamos antes un "full choler", que era muy canario, comprar el coche con todo, ahora no se da. Se analizan uno a uno los accesorios y si vale la pena pedirlos.

–El diésel tiene los días contados, ¿no?

–Se ha demonizado el diésel, ¡nos encanta el populismo! Lo bueno es tener diferentes soluciones. En Europa, el diésel es importante. Es tan bueno que, si se prohibiese, habría emisiones superiores. Las emisiones del automóvil en todo el mundo llegan al 10%. Sabemos que hay países más éticos que otros en cuanto a cumplir la normativa de París. Nos dedicamos a demonizar una solución tecnológica en pro de otra que tampoco está demostrada como la mejor. En el caso de los eléctricos, ¿qué vamos a hacer con las pilas? Nadie contesta. Y el día que falte el mineral para las baterías, ¿qué hacemos? Hay que seguir invirtiendo en investigación, lo admiten los fabricantes. Estudiar el hidrógeno, motores eficientes de gasolina y diésel. Así vamos creando un mix de futuro. Descartando una alternativa concreta, los políticos crean una enorme inestabilidad en el consumidor, en el fabricante y en las redes de distribución. Lo importante no es que el político decida cuál es la tecnología a aplicar, sino cuántas emisiones quiere.

–Pues han puesto fecha al fin de circulación y de fabricación

–Es un error enorme, garrafal, que debilita muchísimo la industria europea –muchísimos puestos de trabajo– en favor de fabricantes asiáticos o americanos que nunca han tenido el diésel desarrollado. Es importante en España, octavo país en producción, seguir invirtiendo en la industria del automóvil. Lo que hemos conseguido no se puede estropear.

–Hable de Latinoamérica...

–Sí, está muy divertido.

–Ustedes están presentes en mercados como Venezuela

–Fue un mercado muy importante para nosotros, ahora ya no. Llegamos a vender 20.000 unidades, a facturar 500 millones de dólares y, desde el 2009, hay prohibición de importar, con lo cual hoy casi no tenemos actividad. Venezuela es un grandísimo país. Hay una situación política inestable, con una economía bastante dañada que no permite seguir invirtiendo. ¿Volveríamos? Yo creo en Venezuela. Muchos canarios emigraron a Venezuela, siempre la llamábamos la octava isla. Tenemos mucho aprecio a Venezuela, al igual que a Cuba. Son mercados naturales para nosotros y les deseamos lo mejor.

–¿Ve futuro en Venezuela?

–Muy bueno, es un gran país y de grandes recursos. Venezuela tenía buenos profesionales y yo creo que siempre tendrá una oportunidad. Vamos a ver lo que pasa.

–La diversificación tecnológica está cada vez más desarrollada en su empresa.

–El tema tecnológico comenzó hace dieciocho años porque no encontrábamos soluciones adecuadas para controlar nuestro negocio, para tener la información de una manera más rápida, clara e imposible de manipular. Necesitábamos un "front" que nos diera todos los parámetros para gestionar bien la compañía. La parte de contabilidad o tesorería no la desarrollamos nosotros, porque hay soluciones mejores, pero todo lo que era el "front office" de la gestión de nuestro negocio, el taller, las ventas, los usados o recambios, son soluciones nuestras. Era necesario para internacionalizarnos. Ahora estamos en la transformación digital: conseguir que el cliente esté en el centro de atención y ser el Amazon de la movilidad. Queremos saber, en el buen sentido de la palabra, absoluta-mente todo lo que el cliente desea, comunicarnos con él, estar mucho más cerca y darle alternativas en el transporte.

–¿El cliente del futuro es el que no compra un coche, pero sí necesita movilidad?

–Habrá un poco de todo. Yo no veo la televisión, solo Netflix y la plataforma de Movistar, pero hay clientes que todavía sí. Creo que vamos a tener un portfolio de personas con otras necesidades. Antes, con 18 años, te sacabas el carné de conducir y, cuando podías, te comprabas un coche. Ahora, habrá gente así y otra que querrá movilidad porque de lunes a viernes va al trabajo en patinete eléctrico y el fin de semana tiene que llevar a su abuela de excursión y alquila un coche.

–¿El futuro será dar servicio de movilidad, taller móvil incluido?

–En Europa estamos muy preocupados por la movilidad. He estado en San Francisco, en la convención de los concesionarios americanos y allí no están preocupados, tienen una normativa mucho más fácil. Está claro que las ciudades tendrán sus diferencias. No podemos comparar Las Palmas con Madrid, ni Madrid con Londres. Nosotros vamos a ser una empresa de movilidad. Tenemos AVIS en Canarias desde hace doce años, la primera vez que contamos con una compañía solo de servicios. Nos ha enseñado mucho, fue bueno el paso.

–¿Y cuáles son los servicios del futuro?

–No creemos en el "free-floating", pierdes dinero. El mercado no está todavía preparado, vamos más de punto a punto. Hemos sacado las motos eléctricas y, en Las Palmas, de parking público a parking público puedes moverte. Estamos trabajando también con renting flexible de furgones, hemos creado nuestra propia compañía de renting privado, corporativo, para "rent a car". Tenemos proyectos en los que trabajamos como "startups", lo ponemos en marcha y ya veremos cómo lo monetizamos.

–¿Mantendrán la expansión geográfica?

–Estamos en más de 35 países. Nuestra expansión es en Latinoamérica y sobre todo en África, porque creemos que hay una oportunidad tremenda. Estamos encantados con países como Mozambique, Kenia, Angola... En Senegal entramos con una compañía de renting. Las multinacionales no tienen la capacidad de coger renting para sus ejecutivos, con lo cual tienen que comprar un coche, si se va ese directivo vender... Un follón. Queremos resolver ese problema a las multinacionales, donde el nivel de riesgo de impago es bastante pequeño. Y, en Portugal, algo que no me han dejado hacer en Canarias, porque la ley del transporte escolar es un lío y más con las VTC. ¿Sabes que en Portugal no hay problemas con las VTC? Aquí le queremos poner vallas al campo, estamos creando una sociedad muy poco digital, con lo cual podemos perder esa industrialización 4.0. Nosotros queríamos hacer el Uber de los niños. Si tienes hijos, te encantaría: tú estás en una reunión y le pides al Uber de los niños que vaya a buscar a tu hijo al colegio, lo lleve a natación y después a casa de tu madre. Lo hacemos en Lisboa y en Oporto.

–¿Y lo quieren hacer en Canarias?

–La ley no lo permite. Es una cosa de España entera, pero en Canarias incluso más, porque encima las comunidades autónomas terminan teniendo sus propias normativas de transporte escolar. Es bastante aburrido emprender en España, desmotivador. Los emprendedores se meten en proyectos por la pasión de crear, como un artista cuando hace un cuadro. No puedes matar esas ganas de hacer cosas. Muchas veces no las haces por dinero. Hay que fallar para aprender y acertar la próxima vez. Tú vas en un Uber en EE UU porque los taxis son sucios –no es la calidad de España, que es muy buena– y el conductor te pregunta a qué te dedicas. Y dice: "ah, pues también yo estoy pensando en una aplicación". Allí todo el mundo está pensando emprender, hacer, crear. Necesitamos incentivar la emprendeduría, muchos españoles se han tenido que ir a EE UU, sobre todo en el tema de "startups", porque Europa es muy difícil.

–¿La insularidad, la lejanía, se pagan?

–La distancia, el coste del transporte, es importante. Si te internacionalizas, necesitas por lo menos dos horas y media más de avión que el de Madrid.

–Están más cerca de algunos países de América y de África

–Sí, pero no hay líneas directas y tienes que ir por Madrid. Es bastante más complicado para exportar, por los costes de transporte. Canarias tiene una gran oportunidad de seguir apostando por la industria del turismo. Mucho más no podemos hacer. Podemos ser piloto de "startups", pero... Por ejemplo, Lisboa se está convirtiendo en el Silicon Valley de Europa y esa oportunidad no la utilizamos nosotros para hacer ese Silicon Valley de África.

–¿Qué hacen bien los portugueses?

–Se han dado cuenta de que la necesidad de la transformación digital, de la formación que tiene su población y tienen una capacidad tremenda para atraer a multinacionales que se establezcan con laboratorios tecnológicos en Lisboa. Lo intentaron los escandinavos, pero el tiempo no les ayudaba mucho. España lo podría haber conseguido. España tiene un déficit de transformación digital brutal. Yo, si fuese presidente del Gobierno, lo que haría, antes que ninguna otra cosa, es nombrar un ministro de la transformación digital.

 

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