"Confirmo que Saduláyev ha muerto en combate", declaró a la radio "Eco de Moscú" el representante de la guerrilla chechena en Europa, Ajmed Zakáyev, en una conversación telefónica desde Londres, donde vive exiliado.

Zakáyev afirmó que se trata de "otro asesinato político de un presidente de Chechenia que solo agrava la situación en la región", pues "Saduláyev era un dirigente cuerdo y moderado, dispuesto al diálogo para poner fin a la carnicería en el Cáucaso Norte".

Añadió que, según la legislación de la Chechenia separatista, tras la muerte de Saduláyev y "hasta nuevas elecciones" el máximo poder entre los rebeldes pasa a manos del "vicepresidente" y conocido jefe militar chechén Dokú Umárov.

El primer ministro y hombre fuerte de la Chechenia rusa, Ramzán Kadírov, anunció esta mañana que "el líder terrorista Abdul-Halim Saduláyev fue eliminado en la ciudad de Argun en el curso de una operación especial".

Añadió que "los terroristas están decapitados, pues han recibido un golpe de que nunca podrán recuperarse".

El presidente de la Chechenia rusa, Alú Aljánov dijo a su vez que esa muerte muestra qué final espera a todos los extremistas, aunque admitió que Saduláyev era una figura decorativa tras la cual están los verdaderos cabecillas de la guerra terrorista en el Cáucaso.

Saiduláyev fue detectado en Argun, la tercera ciudad chechena más grande y su localidad natal, y murió en un tiroteo con las tropas leales a Kadírov, integradas en buena parte por ex guerrilleros pasados del lado del único "peso pesado" en la devastada Chechenia.

La Fiscalía chechena reveló que contra Saduláyev no pesan acusaciones personales de crímenes de sangre, por lo que investigará con lupa su caso para determinar si su cadáver puede ser entregado a los familiares para darle sepultura.

Conocido dirigente musulmán, Saiduláyev fue elegido líder oficial de la llamada "resistencia" chechena -tanto la guerrilla separatista como los grupos extremistas islámicos-, tras la muerte de Aslán Masjádov, el presidente chechén deslegitimado por Moscú, el 8 de marzo de 2005 en una operación de los servicios secretos rusos.

Masjádov, quien siempre había condenado la actividad terrorista del ala radical chechén e insistió en proponer a Moscú negociaciones de paz, según medios rusos, cayó en una trampa al haberse fiado de una oferta de diálogo con supuesta mediación europea.

Saduláyev es el quinto presidente de Chechenia asesinado tras la la eliminación del primer líder separatista, Yojar Dudáyev, en un ataque con misiles en 1995; de su sucesor ya retirado, Zelimján Yandarbiev, en su exilio en Qatar mediante un atentado con bomba en febrero de 2004, y de la de Masjádov.

El cuarto mandatario muerto es el padre de Ramzán Kadírov, el primer presidente de la Chechenia rusa, Ahmad Kadírov, asesinado por la guerrilla en un ataque con explosivos en Grozni en mayo de 2004.

En la primera guerra chechena, de 1994-96, Ajmad Kadírov fue líder islámico de los separatistas, pero en la segunda, iniciada en 2000, se pasó del lado de Moscú y logró imponer con mano de hierro su autoridad en Chechenia, de la que fue elegido presidente.

Con la eliminación de Saduláyev, su hijo venga la muerte de su progenitor y se apunta un importantísimo tanto en la lucha por el poder en Chechenia tras más de diez años de guerra.

Ramzán, jefe de una "guardia pretoriana" a la que acusan de cometer más atropellos que las tropas rusas y los extremistas islámicos, ha heredado y reforzado el control personal sobre la república, de la que asimismo aspira a ser presidente.

Según medios rusos, el Kremlin, preocupado por el creciente peso de Kadírov en Chechenia, hace una semana a duras penas logró convencer a Aljánov de que no dimitiera por temor a su rival.

En Moscú, la clase política se felicitó por la muerte de Saiduláyev, pero admitió que era "un peón utilizado por los comandantes de campo", ante todo por el verdadero líder rebelde, Shamil Basáyev, declarado por Moscú "terrorista número uno de Rusia".

Basáyev, ideólogo de los peores ataques terroristas en Rusia en los últimos años, incluidos los secuestros de centenares de rehenes en el hospital de Budiónovsk (1995), el teatro Dubrovka de Moscú (2002) y la escuela noroseta de Beslán (2004), es la figura que dirige todas las células terroristas que operan en Chechenia y el Cáucaso Norte de Rusia.

El terrorista, por el que el Kremlin ofrece una recompensa de 10 millones de dólares, asumió la semana pasada la responsabilidad por el atentado en el que murió el primer presidente de la Chechenia rusa.