Demanda contra los tabloides

La defensa del grupo ‘Mirror’ acorrala al príncipe Enrique en el juicio por las escuchas ilegales

El hijo de Carlos III ha evitado aportar pruebas sobre los casos concretos en que se realizaron estas escuchas y ha remitido esta pregunta a los periodistas que firmaron las noticias

El príncipe Harry declara en el juicio contra el 'Daily Mirror': "Piratearon mis audios y me destruyeron"

Agencia ATLAS

Lucas Font

La defensa del grupo ‘Mirror’ ha pasado este martes al ataque en el juicio que el príncipe Enrique ha iniciado contra los tabloides por obtener información personal de forma presuntamente ilegal durante décadas. En el interrogatorio al duque de Sussex, iniciado este martes con una enorme expectación mediática, el abogado del ‘Mirror’ Andrew Green ha desgranado uno a uno los 33 artículos que, según Enrique, fueron resultado de escuchas telefónicas y del acceso a investigadores privados. 

El hijo de Carlos III ha evitado aportar pruebas sobre los casos concretos en que se realizaron estas escuchas y ha remitido esta pregunta a los periodistas que firmaron las noticias. Algo que la defensa del ‘Mirror’ ha utilizado para reforzar su versión de los hechos. “Estamos en el terreno de la total especulación”, ha asegurado Green, quien ha sostenido que gran parte de las noticias fueron publicadas previamente en otros medios de comunicación y que, en muchos casos, fueron los propios portavoces de la familia real quienes aportaron los detalles mencionados en los textos. El abogado del grupo mediático se ha mantenido firme a pesar de que el propio 'Mirror' se disculpó públicamente con Enrique por otro episodio en el que admitió haberle espiado.

Daños psicológicos

Más allá de negar el uso de cualquier método ilegal para obtener información sobre Enrique, el objetivo de la defensa del ‘Mirror’ ha sido demostrar que los daños psicológicos causados al príncipe no se deben a la publicación de los artículos denunciados, sino a la constante exposición pública de su vida privada en los medios de comunicación. “Quiero que quede clara mi profunda simpatía por la enorme intrusión que ha sufrido durante años, pero eso no tiene nada que ver con la obtención de información de forma ilegal, que es el tema que nos ocupa”, le ha dicho Green al duque de Sussex. El abogado ha señalado que algunos de los artículos fueron publicados antes de que Enrique tuviera un teléfono móvil, lo cual hizo imposible que pudieran pincharlo.

Enrique ha admitido no recordar cuándo leyó los artículos que supuestamente fueron redactados con información obtenida ilegalmente. Algo que ha despertado las dudas de la defensa del ‘Mirror’. “¿Cómo pudieron causarle angustia si no los leyó cuando se publicaron?”, ha preguntado Green. Enrique ha respondido que eran las personas de su entorno quienes leían las noticias y que eso tenía consecuencias en su relación con ellas. 

Duro testimonio

Poco antes del inicio de la sesión, el príncipe ha hecho público el primer testimonio que dió en el juicio, que comenzó a mediados de marzo. En el documento de 55 páginas, Enrique acusa a los periodistas de tener las “manos manchadas de sangre” y exige que los responsables paguen las consecuencias de su “comportamiento violento y absolutamente injustificable”. La persecución constante de los periodistas y la filtración de detalles que sólo conocían personas de su círculo más íntimo le han generado episodios depresivos y paranoia. Algo que Enrique atribuye a las escuchas ilegales de llamadas y mensajes telefónicos.

“Los tabloides intentaban mostrarme como un joven dañado y trataban de persuadirme para que hiciera algo estúpido que les hiciera vender muchos ejemplares. Mirando hacia atrás, este comportamiento fue absolutamente vil por su parte”, ha añadido Enrique en su testimonio, en el que acusa a la prensa de presentarle desde su adolescencia como un chico irresponsable “bebedor menor de edad” y “consumidor de drogas”. 

Evento histórico

La lucha de Enrique contra los tabloides británicos ha tenido una enorme repercusión mediática al ser una de las pocas ocasiones en las que un miembro de la familia real comparece como testigo en un juicio. El último en hacerlo fue Eduardo VII en 1891, cuando todavía era príncipe de Gales. El duque de Sussex tiene previsto llevar este caso hasta sus últimas consecuencias, en lo que ha sido calificado por él mismo como “el trabajo de su vida”. Está previsto que el interrogatorio continúe este miércoles.

Suscríbete para seguir leyendo