Estados Unidos

Tensión y temor de violencia ante la comparecencia de Trump en Miami para ser imputado

El expresidente de Estados Unidos salió este lunes desde su club privado en Bedminster (Nueva Jersey) para embarcar en un vuelo rumbo a Florida

Agentes de la policía de Miami acordonan la entrada del tribunal en el que debe comparecer Trump.

Agentes de la policía de Miami acordonan la entrada del tribunal en el que debe comparecer Trump. / AFP

Idoya Noain

Por segunda vez en poco más de dos meses, Donald Trump, expresidente de Estados Unidos y favorito en la carrera republicana para 2024, comparece ante la justicia para ser imputado. Después de declararse no culpable en abril de 34 cargos estatales en Nueva York por el caso de los pagos para silenciar a Stormy Daniels, esta vez enfrenta 37 cargos federales por el caso de los documentos clasificados. Y su cita este martes en un tribunal de Miami, donde debe comparecer a las tres de la tarde (las 21.00 horas en España) ha trasladado al sur de Florida el epicentro de este terremoto político y legal. que ha desatado las tensiones y renovados temores de potencial violencia dada la retórica cada vez más incendiaria de los más radicales seguidores del republicano.

Trump salió este lunes desde su club privado en Bedminster (Nueva Jersey) para embarcar en un vuelo rumbo a Florida, desatendiendo las recomendaciones del servicio secreto encargado de su seguridad, que prefería que volara el mismo martes.

Horas antes de que la comitiva emprendiera el camino al aeropuerto, de nuevo seguida en vivo por las cámaras de televisión, anunció que preparaba el viaje a Doral, en Miami, donde tiene otro club de golf. Lo hizo con un mensaje en su red social donde instaba a “ser todos FUERTES y DERROTAR a los comunistas, marxistas y lunáticos de la izquierda radical que están sistemáticamente destruyendo nuestro país”.

En Doral está previsto que pase el resto de la jornada en reuniones con su nuevo equipo de abogados, que ha estado formando tras la dimisión de sus dos principales letrados tras la imputación la semana pasada, para preparar los últimos detalles de la entrega a las autoridades y la comparecencia ante la corte federal del edificio de tribunales Wilkie D. Ferguson Jr. en el 'downtown' de Miami, donde se desarrollarán los procedimientos.

Se desconoce, de momento, si se le tomarán las huellas dactilares y fotografías, algo que se suele hacer con los imputados. En el caso de Nueva York no tuvo que ponerse ante la cámara. Y su plan es retornar el martes mismo a Nueva Jersey, donde ha convocado a los medios para unas declaraciones a las 20.15 horas.

Fuerzas del orden en alerta

El alcalde de Miami, Francis Suárez, ha dicho en una rueda de prensa este lunes que "todo está listo para asegurar que el acontecimiento de este martes transcurre sin incidentes". Pero las fuerzas del orden de Miami llevan desde que se conoció la imputación el jueves pasado intensificando los preparativos de seguridad para el momento. La policía de Miami-Dade, de hecho, emitió un aviso a otras agencias sobre una manifestación a favor del presidente organizada para recibirle este mismo lunes en Doral.

Antes de que llegara Trump allí había solo un puñado de manifestantes, entre los que se encontraban algunos que usaban un lenguaje preocupante. "Si lo adoctrinan (un aparente error cuando quería decir "imputan") el 6 de enero (fecha del asalto al Capitolio) va a parecer un patio de colegio", decía en unas declaraciones que se encontraban en Twitter un hombre que se identificaba como Pat. "Todo lo que necesitamos es una señal. Estamos listos".

La alerta es especialmente intensa para este martes, para cuando hay convocados varios actos en respaldo a Trump, incluyendo uno eventos de claro oportunismo político, como una rueda de prensa convocada por el aspirante republicano Vivek Ramaswamy, y otros que preocupan más a las autoridades. Hay, por ejemplo, uno organizado por un capítulo de Miami de los Proud Boys, el grupo militarizado de extrema-derecha algunos de cuyos líderes fueron condenados por conspiración sediciosa por su papel en el asalto al Capitolio.

Todos los agentes de policía de la ciudad han sido instados a no tomarse el día libre, según una comunicación interna a la que ha tenido acceso ‘The Washington Post’, y a llevar uniforme y no ropa de paisano por si son llamados a ser desplegados.

Aunque en Nueva York los miedos a posibles estallidos de violencia se probaron infundados y las protestas frente al tribunal transcurrieron como un espectáculo de circo, caos y división pero sin prácticamente ningún incidente, esta vez la tensión es mayor. Y expertos en movimientos y discursos de extrema derecha han advertido de que la retórica violenta sigue empeorando, y elevando los riesgos.

Discurso violento

Ese discurso violento no solo se irradia en chats en internet o en redes como Telegram que usan seguidores de Trump. Lo han lanzado en los últimos días con especial fiereza figuras políticas del Partido Republicano. Y una de las que más alarmas ha hecho ha sido Kari Lake, la derrotada aspirante a gobernadora de Arizona en las elecciones legislativas de noviembre, que este fin de semana intervino en un cónclave conservador en Georgia y declaró: “Estamos en guerra, gente; estamos en guerra”.

“Si quieren llegar al presidente Trump tendrán que pasar por mí y por 75 millones de estadounidenses como yo”, dijo Lake. “Y quiero recordar que la mayoría tenemos carnet de la Asociación Nacional del Rifle. No es una amenaza, es un anuncio de servicio público”, añadió. “Es momento de aferrarnos a nuestras armas y nuestra religión”, dijo la antigua periodista, que ha anunciado que estará este martes en Miami.

El propio Trump colgaba el sábado un vídeo en instagram con un montaje en el que se le veía golpeando una pelota de golf, seguida de una animación donde la pelota alcanzaba a Biden en la cabeza, provocando su caída de hace unos días.

También el congresista republicano Andy Biggs aseguró en un mensaje en redes sociales que se ha “llegado a una nueva fase de guerra” y dijo:“ojo por ojo”.