Guerra en Oriente Próximo

Guterres habla de una "catástrofe humanitaria épica" en Gaza y pide "un verdadero alto el fuego humanitario"

El Secretario General de las Naciones Unidas comparecía 15 días después de que el Consejo de Seguridad, el órgano encargado del mantenimiento de la paz y la seguridad, lograra en un quinto intento desbloquearse y aprobar una resolución que estipuló pausas humanitarias

El secretario general de la ONU, António Guterres, y el ministro de Exteriores chino, Wang Yi, durante la sesión de este martes del Consejo de Seguridad.

El secretario general de la ONU, António Guterres, y el ministro de Exteriores chino, Wang Yi, durante la sesión de este martes del Consejo de Seguridad. / EFE

Idoya Noain

En una organización como Naciones Unidas, dada su estructura y financiación, el papel y las capacidades de acción del Secretario General están a menudo limitados frente a los de los países miembros. Con frecuencia para ese cargo el mayor arma es la palabra. Y es la retórica a lo que Antònio Guterres sigue recurriendo para tratar de apelar a un cambio de la situación en Gaza, donde este miércoles ha asegurado que se está viviendo una “catástrofe humanitaria épica”.

El portugués ha abierto otra sesión del Consejo de Seguridad dedicada a la crisis, organizada por China, que este mes ha tenido la presidencia de turno, y que ha contado con la participación del titular de exteriores de Pekín, Wang Yi, así como de varios responsables de la diplomacia de de países árabes.

Ante ellos Guterres ha dado la bienvenida a las “intensas negociaciones” que están teniendo lugar para prorrogar la tregua que los últimos días ha permitido la liberación de rehenes de Hamás y presos palestinos de Israel e incrementar la entrada y distribución de ayuda humanitaria, pero también ha pedido algo más. “Necesitamos un verdadero alto el fuego humanitario”, ha dicho.

Esa petición de alto el fuego es un mensaje que han lanzado también otros participantes en la reunión, incluyendo el ministro de exteriores palestino, Riyad al-Maliki, y el de Arabia Saudí, el príncipe Faisal bin Farhan Al Saud. Pero es una idea que cuenta con el rechazo frontal de Israel, como ha recordado el embajador ante la ONU, Gilad Erdan, y que tampoco apoya el principal aliado del gobierno de Binyamín Netanyahu: Estados Unidos. La embajadora del gobierno de Joe Biden, Linda Thomas-Greenfield, ha insistido en que respaldan "una extensión de la pausa humanitaria".

Una resolución insuficiente

Guterres comparecía 15 días después de que el Consejo de Seguridad, el órgano encargado del mantenimiento de la paz y la seguridad, lograra en un quinto intento desbloquearse y aprobar una resolución que estipuló pausas humanitarias. Le tocaba hacer balance de cómo se está aplicando aquel texto. Y el diagnóstico no ha sido halagüeño. “Hasta ahora está claro que la implementación ha sido solo parcial, como mucho, y es desafortunadamente insuficiente”, ha lamentado. 

El repaso a la situación ayuda a explicar el tono de Guterres. El secretario general ha recordado que más de 14.000 personas han muerto, dos tercios de ellos niños y mujeres. Ha denunciado también que, antes de la pausa en las hostilidades, se han cometido “serias violaciones” y ha subrayado, por ejemplo, que el 80% de la población ha tenido que abandonar sus hogares, y que el 45% de esos hogares han sido dañados o destruidos. “No hay ningún lugar seguro en Gaza”, ha denunciado.

El luso también ha destacado que en 82 instalaciones de la ONU en la Franja, supuestamente inviolables, se han producido 104 incidentes, incluyendo 24 desde que se aprobó la resolución del 15 de noviembre. Ha hablado de los 218 desplazados que han muerto conforme se refugiaban en escuelas de la agencia de la ONU para ellos. Y también ha recordado que en este conflicto se han registrado 111 muertos entre personal de la ONU, “la mayor perdida de personal en la historia de la organización”.

Guterres, además, ha asegurado que el nivel de ayuda que está entrando en Gaza “sigue siendo totalmente inadecuado para las necesidades de más de dos millones de personas”, y ha destacado específicamente que la entrada de combustible es “insuficiente para sostener operaciones básicas”. Además, ha reiterado su petición de que se abran otros pasos aparte del de Rafah.

Palestina e Israel

La sesión en Nueva York ha expuesto de nuevo la brecha infranqueable entre Israel y los palestinos sobre el alto el fuego. Erdan, el embajador de Israel, ha asegurado que “cualquiera que apoya un alto el fuego básicamente apoya el continuo reino de terror en Gaza de Hamás”, ha dicho, asegurando que es “una organización terrorista genocida” y “no es un socio fiable para la paz”.

Frente a él, Al-Maliki, el titular de exteriores palestino, defendía que “la tregua debe volverse un alto el fuego permanente. No se puede permitir que vuelvan las masacres”, ha dicho. “Esto no es una guerra, es una carnicería que nada ni nadie pueden justificar. Debe acabar”.

También el príncipe Al Saud ha asegurado que “una tregua no es suficiente” para pedir el alto el fuego. “El peligro es que si esta tregua expira , volveremos a la matanza a la escala que hemos visto, que es insoportable” , aseguraba a la prensa antes de entrar en la reunión.