Crimen organizado

Los hijos de la mafia que Italia aleja de sus padres para ofrecerles "un mundo diferente"

El programa, que nació con el nombre de Liberi di Scegliere (Libres de elegir), ya ha involucrado a más de 100 menores de las sureñas Sicilia y Calabria, dos regiones italianas fuertemente azotadas por las mafias

Un grupo de personas muestran papeles en blanco en una protesta contra la mafia en el pueblo siciliano de Castelvetrano, donde nació el capo Matteo Messina.

Un grupo de personas muestran papeles en blanco en una protesta contra la mafia en el pueblo siciliano de Castelvetrano, donde nació el capo Matteo Messina. / REUTERS

Irene Savio

Un niño que asesinó a un policía. Otro reclutado para traficar grandes cantidades de estupefacientes con el narco colombiano y mexicano. Uno que llegó a ser un asesino a sueldo y que pasó a integrar las listas de los criminales más buscados de Italia. Otros acusados de homicidios, extorsión, complicidad con la mafia. Casos así, dramáticos y difíciles, se acumulaban en el despacho de Roberto Di Bella hasta que en 2012 este juez especializado en derecho penal de menores decidió llevar adelante una iniciativa que hoy no solo tiene reconocimiento en Italia, sino que se aplica cada vez más en los tribunales del país y se estudia en las universidades: separar a los hijos de mafiosos de sus familias para ofrecerles una alternativa de vida.

"No los separamos para que dejen de querer a sus padres, los separamos para que tengan la posibilidad de no seguir forzosamente las huellas de sus familias, tener acceso a un mundo diferente, ir a la escuela y luego decidir qué camino quieren tomar", cuenta Di Bella, en entrevista con El Periódico de Cataluña, del grupo Prensa Ibérica. "Intentamos protegerlos también del estigma de ser niños de la mafia, lo que también es muy duro", subraya.

El programa, que nació con el nombre de Liberi di Scegliere (Libres de elegir), ya ha involucrado a más de 100 menores de las sureñas Sicilia y Calabria, dos regiones italianas fuertemente azotadas por las mafias. Tras la separación, los menores son enviados a hogares de acogida con voluntarios o comunidades antimafia y, en algunos casos, trasladados a otras regiones del país por un período que oscila entre los dos y cuatro años y es renovable si los beneficiarios lo solicitan.

Caso por caso

Con los años, además, los jueces también han logrado involucrar a unas 30 madres. En estos casos, si la madre decide participar y se separa de su núcleo familiar mafioso, o incluso acepta colaborar con la justicia, puede ser inscrita en el programa de protección de testigos e incluso cambiar de nombre. Esto ocurre en las situaciones más extremas, donde hay niños muy pequeños, y se lleva adelante gracias a una colaboración entre los tribunales de menores y los ordinarios para adultos. De igual manera se puede estudiar la revocación la patria potestad o revocar las medidas si los padres rompen su relación con la mafia.

"Cada caso se estudia de forma individual y se sopesan muchos factores", dice Di Bella. Y añade que el programa, que es considerado como "el último recurso", existe en la actualidad en las ciudades calabresas de Catanzaro y Reggio Calabria, en las sicilianas Palermo y Catania, donde Di Bella es hoy presidente del Tribunal de Menores. En las primeras dos localidades es donde se experimentó primero el proyecto y opera la mafia más influyente y peligrosa de Italia, la 'Ndrangheta, mientras que en las segundas es donde está Cosa Nostra, la organización criminal siciliana que primero supuso un desafío para el Estado italiano. Otra ciudad en la que se ha empezado a aplicar, aunque en pocos casos, es Nápoles, cuna de la Camorra.

Sin embargo, no todo es sencillo. Tan solo el año pasado, la fiscal que se encarga de estos casos en Palermo, Claudia Caramanna, fue amenazada con una carta anónima y, en marzo pasado, un grupo de criminales entró en su oficina y la destrozó. Desde entonces, la fiscal vive bajo escolta policial, algo que también ocurre con "muchos" de los otros jueces involucrados en el proyecto, según dice Di Bella, cuya historia también inspiró la película Hijos de 'Ndrangheta (2019).

Amenazas y polémicas

Anna Sergi, profesora de criminología de la Universidad de Essex, explica que el programa ha dividido a la opinión pública italiana, pues algunos consideran que la unidad de las familias no debería ponerse en discusión. Además, el riesgo es que el menor, sobre todo si ya es adolescente, "lo vea como un castigo contra él". "Al mismo tiempo, por parte de los padres, esto se considera una fuerte intromisión del Estado", añade.

Según Sergi, sin embargo, la alternativa de no hacer nada es también peligrosa. Los menores de núcleos familiares mafiosos "están sujetos, desde temprana edad, a una especie de radicalización dentro de la subcultura mafiosa que les inculcan las familias, además de estar expuestos a la violencia y las armas", argumenta. 

No es el único problema. De momento, gran parte de los fondos para el programa proceden de donaciones de la Conferencia Episcopal italiana (CEI), que permiten que la iniciativa se mantenga en pie pero no que se pueda extender a un número mayor de beneficiarios. Dicho esto, "es destacable que se trate del primer programa en Italia que aborda la mafia desde una perspectiva familiar", afirma Sergi, al sugerir que no se puede descartar que la iniciativa pueda aplicarse en otros países y con otros grupos criminales.