Acuerdo de cooperación

La Unión Europea formaliza con Mauritania su alianza para frenar la inmigración irregular

Grande-Marlaska y la comisaria europea de Interior, Ylva Johanson, anuncian un refuerzo de los protocolos de retorno y readmisión, mayor colaboración con Frontex y más esfuerzos para luchar con las mafias

El ministro del Interior español, Fernando Grande-Marlaska, y la comisaria europea del ramo, Ylva Johansson, este jueves en Nuakchot.

El ministro del Interior español, Fernando Grande-Marlaska, y la comisaria europea del ramo, Ylva Johansson, este jueves en Nuakchot. / EFE

Marc Ferrà

La Unión Europea y Mauritania han firmado este jueves una declaración para poner en marcha una alianza en materia migratoria. Hasta Nouakchott, la capital del país africano, han viajado este jueves la comisaria europea de Interior, Ylva Johansson, junto al ministro español Fernando Grande-Marlaska y la secretaria de Estado de Asilo y Migración de Bélgica, Nicole de Moor. El acuerdo conjunto contempla "reforzar los esfuerzos para prevenir la migración irregular", además de "combatir" las mafias que organizan los viajes, según el texto.

Entre los puntos pactados también se precisa que ambas partes "intensificarán su cooperación en materia de retorno y readmisión" de los mauritanos que se encuentran en Europa sin residencia ni visado, además de una "mayor cooperación" con Frontex (Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas). Estos acuerdos incluyen, además, medidas para "crear oportunidades de empleo" en Mauritania y "reforzar la capacidad de acogida y atención a los solicitantes de asilo y refugiados". 

Esta hoja de rutra "permitirá intensificar nuestros esfuerzos conjuntos para luchar contra los traficantes", ha manifestado Johansson, quién además ha alabado la "excelente" labor que ya realiza Mauritania en este aspecto. Grande-Marlaska ha definido el trabajo entre ambos países como "uno de los ejemplos de cooperación operativa bilateral más eficaces" entre Europa y África y ha resaltado que Nouakchott es un "socio estratégico prioritario".

En poco tiempo, España y la Unión Europea han redoblado la cooperación migratoria con Mauritania. En tres meses se han repetido las visitas oficiales. El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, acudió en diciembre; Pedro Sánchez, en febrero, y el responsable de interior, Grande-Marlaska, este jueves. La motivación y el tema que centra todos estos viajes es el aumento de la salida de embarcaciones hacia las islas Canarias.

Mauritania ya forma parte del club de países, como SenegalMarruecos, Túnez o Níger, con los que la UE ha estrechado lazos y firmado pactos millonarios en cooperación migratoria e inversiones. En su visita, Sánchez viajó acompañado de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y cerraron varios acuerdos en el que España se comprometía a invertir 310 millones de euros y la UE 200 millones más. 

País de tránsito

Mauritania se ha convertido en el principal punto de salida de embarcaciones en dirección a las Canarias. A finales del año pasado y principios de 2024 el 80% de las personas que llegaron al archipiélago salieron de las costas mauritanas. Uno de los principales factores de este aumento es que el país se había convertido en uno de los puntos dónde la presión de las autoridades era menor que sus vecinos: Senegal, el Sáhara Occidental o Marruecos

Incluso estas últimas semanas se han podido apreciar algunos cambios en el modus operandi de las mafias. Según apunta a EL PERIÓDICO una fuente sobre el terreno, una vez que la policía intensificó las redadas y el control en la zona de la ciudad de Nouadhibou, en el norte del país, las mafias han empezado a descender hacia el sur, o incluso a la capital del país, Nuakchott, para intentar escapar de los controles. 

Mauritania también se ha convertido en una salida para muchos ciudadanos de Mali que escapan del conflicto, la violencia y la falta de oportunidades que azota el norte de su país. Los malienses pueden cruzar la frontera mauritana sin necesidad de visado. Aunque muchos lo hacen con la intención de intentar llegar a Europa, pueden pasar meses trabajando en Mauritania en condiciones difíciles en sectores como la pesca o la minería antes de lograr los aproximadamente 1.000 euros que están pidiendo actualmente las mafias para poder subirse a una 'pirogue', como se conocen los barcos de pesca tradicionales del país. 

Desde el norte de Mauritania hasta la isla de El Hierro hay unos 750 kilómetros y es una de las rutas más peligrosas del mundo por las condiciones adversas del océano y porque las embarcaciones que usan solo están preparadas para navegar a pocas millas de la costa. Según el colectivo Caminando Fronteras, el año pasado cerca de 400 personas murieron en el intento.