Informe del observatorio OIET

Ataques individuales y atentados en grupo: Europa se enfrenta a dos modelos de yihadismo este año

La propaganda de los grupos terroristas que genera individuos autorradicalizados se combina con las células que preparan incidentes a gran escala

Memorial improvisado por las víctimas del ataque yihadista en Moscú.

Memorial improvisado por las víctimas del ataque yihadista en Moscú. / Europa Press/Contacto/Alexander Zemlianichenko Jr

Juan José Fernández

La evolución operativa del integrismo yihadista y la dispersión de las estructuras centrales de Al Qaeda e ISIS en ramas regionales enfrenta a Europa ya este año a una nueva etapa de terrorismo, con dos fenómenos: el de los ataques espontáneos de actores individuales autorradicalizados y el de los atentados planeados por células organizadas, con apoyo logístico e instrucciones de una matriz.

Es una de las principales conclusiones que se desprenden del Anuario del Terrorismo Yihadista 2023, que publica el Observatorio Internacional de Estudios sobre Terrorismo (OIET), dependiente de la organización vasca de víctimas COVITE. La entidad, principal atalaya española no policial de análisis del fenómeno radical y violento, ha hecho público su resumen del año este martes, y en el estudio emerge un actor que consolida su papel global: la rama de ISIS (o Daesh, o Estado Islámico) en la provincia histórica de Jorasán (también Khorasán, en su adaptación del inglés), y que abarca territorios de Turkmenistán, Afganistán, Irán, Uzbekistán y Tayiquistán.

Se le llama ISIS del Jorasán o técnicamente, ISKP o ISK. Sus siglas se han hecho trágicamente más famosas con la matanza cometida el pasado viernes en el Crocus City Hall de las afueras de Moscú, con 137 víctimas. Su emergencia está detrás también de un aumento de la letalidad registrada el año pasado.

Hijo emancipado

"La descentralización de Isis y Al Qaeda ha provocado el crecimiento de sus franquicias regionales, pero ISKP ha ampliado sus objetivos a nivel global, hasta el punto de que se convierte en competencia de su propia matriz", señala a EL PERIÓDICO, del mismo grupo editorial, Carlos Igualada, director del OIET.

Habla de nuevo paradigma tras un año en el que detenciones, desarticulaciones e investigaciones policiales en Alemania, Austria, Suecia y Francia que han evidenciado la presencia de tumoraciones de este grupo terrorista en el tejido europeo, y antes de que acreditaran su letalidad atacando recientemente en Irán y Moscú.

La irrupción de ISKP condena a Occidente, especialmente a Europa, a una doble amenaza. Para las Fuerzas de Seguridad españolas sigue vigente como principal riesgo terrorista el de los actores solitarios, ataques low cost sin más instrucciones que las que ellos mismos interpretan de la propaganda online; pero en toda Europa reaparece, como en el periodo 2014-2017, el peligro de equipos de yihadistas para grandes atentados planeados para cosechar grandes listas de víctimas.

"Son dos modelos de terrorismo para esta etapa -explica Igualada-. Por un lado el de individuos sin vínculos directos con organizaciones que atacan con un cuchillo, un coche o lo que tengan al alcance, y por otro un modelo más coordinado, con instrucciones de una central y con recusos logísticos, operativos y económicos". A este segundo pertenece el grupo de asesinos que mató en Moscú.

En opinión de Igualada, existe el riesgo de que estas células se conecten entre sí, pero también el de una combinación de los dos fenómenos, "y que una célula de ISKP interesada en asentarse en Europa reciba acogida de un actor solitario".

Más muertos

Isis y Al Qaeda mantienen sus postulados ideológicos de consecución del califato universal, si bien con distintas estrategias, mientras pierden capacidades globales en beneficio de sus ramas regionales. En ese panorama, ISKP, hijo del primero, trae una renovada agresividad y objetivos en Europa que lo emancipan de su recinto regional centroasiático.

A lo largo de 2023, el terrorismo islamista se cobró la vica de 9.572 víctimas en 2.304 ataques. Es el recuento del OIET, en el que se refleja un endurecimiento de esta actividad criminal: si bien el número de atentados es similar al registrado en 2022 (2.270 ataques), el número de víctimas se ha disparado desde las 8.305 de hace un año.

Según los autores del informe, este aumento de la letalidad del yihadismo se explica en la acción del ISIS del Jorasán, pero África Occidental sigue siendo "epicentro de actividad". Es la región en la que el ministerio español de Defensa trata de convencer a sus socios europeos de no perder los ojos. OIET lo considera "el mayor foco de actividad yihadista mundial", y Mali y Burkina Faso son los dos países más afectados, con casi la mitad de todas las víctimas del año.

Más atentados

Los autores del informe observan también una evolución en las narrativas del yihadismo: instrumentalizar conflictos modernos. El principal, el de Israel y Hamás. "Este contexto es propicio para originar nuevos procesos de radicalización y acelerar otros ya existentes", considera el OIET.

Esa instrumentalización de la tragedia de Gaza llevará "a corto plazo" a "un potencial aumento de atentados terroristas sobre objetivos israelíes y occidentales por todo el mundo", creen los autores del Anuario.

Los propagandistas del yihadismo aprovechan también otros acontecimientos de actualidad, como la quema de ejemplares del Corán en Suecia, los choques armados en Sudán o la propia guerra de Ucrania para crear "un discurso interesado y sesgado según sus intereses", opinan.

Del anuario no solo se desprenden advertencias sobre nuevos riesgos. También se constata cómo la lucha antiterrorista y la cooperación internacional han provocado que Al Qaeda y Daesh hayan perdido cabecillas y cargos intermedios que ocupaban posiciones clave para organizar nuevos atentados. Además, diversas acciones de los talibán de Afganistán han contenido en ese país la pujanza del ISKP, que, a nivel local, desarrolla una campaña contra el gobierno de Kabul.

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