Cuando los niveles de contaminación superen continuamente los mínimos permitidos; cuando las emisiones químicas disueltas en la atmósfera nos originen esas enfermedades incurables que dan miedo mencionar; cuando nuestros ecosistemas se vean asolados por la desertificación y el abandono administrativo; cuando las catástrofes meteorológicas se incrementen y aceleren... Entonces nos preguntaremos: ¿aquello, por qué dejó de investigarse?

El Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo-CEAM, con sede en el Parque Tecnológico de Paterna y con una trayectoria investigadora de más de 20 años pasa por sus peores momentos. La crisis económica y el olvido y postergación de la Generalitat hacia esa fundación la está llevando a una situación insostenible. Después del último reajuste de consellerías, la situación se agrava hasta una posición económica en la que peligran no solo los punteros programas de investigación en marcha, sino los puestos de trabajo de los investigadores e incluso la propia continuidad del centro.

En la última reunión con la Conselleria de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente se aprobó un Plan de Viabilidad de carácter exclusivamente económico, ignorando toda la trayectoria y contribución científica. Este plan consiste en un gran recorte hasta un presupuesto mínimo y con un severo ERE de una gran parte de la plantilla, que dejará al CEAM convertido en un centro de investigación bajo mínimos que difícilmente volverá a liderar los proyectos europeos medioambientales que hasta la fecha ha gestionado.

Todos sus largos procesos de investigación, sus resultados, sus investigadores, su personal técnico, administrativo y de mantenimiento así como el propio centro están, ahora mismo, mas cerca de un declive cuyo vacío científico será de difícil recuperación no solo en la Comunitat Valenciana, sino, posiblemente, en España y Europa.