PP y Vox evitan reprobar a Cecilia Herrero tras decirle a un exdiputado de Podemos que se vuelva a su país

Muchas de las energías del pleno del Ayuntamiento de València se han concentrado en el punto número 25 del orden del día. Una moción presentada por los socialistas para rechazar institucionalmente las “manifestaciones racistas” de la regidora Cecilia Herrero (Vox), que el pasado 20 de abril le dijo en la red social X al Serigne Mbayé, exdiputado de Podemos en la Asamblea de Madrid, que se vuelva a su país. La presión de PSOE y Compromís resultó infructuosa y el gobierno municipal aprobó una moción alternativa que condena cualquier tipo de expresión racista. 

Sin embargo, la oposición quería centrar el foco en la expresión concreta de Herrero. Y así lo hizo durante un intenso debate. Tal como señaló Borja Sanjuán de manera introductoria, el país de Mbayé es España –procede de Senegal y tiene DNI español–, pero en el consistorio “hay gente que cree que la condición de nacional la da el color de piel”, afirmaba el portavoz adjunto de los socialistas, “gente que no cree que pueda haber negros españoles o negros valencianos. No hay nada más racista que unir raza y nacionalidad”, subrayaba Sanjuán. “La concejala nunca le hubiera dicho algo así a un diputado que no fuera negro. Este pleno tiene la obligación de rectificar esas palabras y decir que las rechaza. Es algo en lo que la mayoría estamos de acuerdo”. 

Acto seguido, el socialista afeaba la moción alternativa presentada por Vox y PP, una “declaración genérica” que no entra al detalle de lo manifestado por la voxista, lo cual es “connivencia o cobardía”, opinaba el concejal, e insistía en pedir al PP que se desmarcara de la propuesta alternativa y de las palabras de Cecilia Herrero porque, en su convencimiento, los concejales del partido de Catalá no están en la línea de dichas manifestaciones. “Esta moción alternativa es de las más vergonzosas que se han presentado en este pleno”, sentenció Sanjuán. 

A continuación, la edila Lucía Beamud, de Compromís, pedía perdón a Serigne Mbayé –actual secretario de antirracismo de Podemos– por las declaraciones “racistas” de Herrero, y agregaba que aquí es bienvenido a residir y trabajar; una declaración en clave institucional, explicaba la valencianista, para enmendar desde la oposición el comportamiento de la concejala que actualmente rige en el gobierno de València las delegaciones de Agricultura y Emprendimiento. “Usted dijo que no daría entrada al gobierno municipal a la extrema derecha”, recordó Beamud a Catalá, “y nosotros vamos a defender esta ciudad para que no se convierta en un esperpento. Pie en pared”, expresó Beamud, que propuso añadir a la moción socialista la petición de retirada de todas las competencias de Cecilia Herrero y su expulsión de la Junta de Gobierno. “¿Vale la pena ser alcaldesa a cualquier precio?”, se preguntó. 

"No es racismo, es justicia"

El guante lo recogió Juan Manuel Badenas, portavoz de Vox, y redundó en una idea que viene perfilando desde que se desató la polémica: lo de su concejala no es racismo, “sino justicia”. Badenas acusó a Sanjuán de ser “un mentalista, porque ve fantasmas donde no los hay”. Y profundizó en su argumento: “La persona que defienden entró ilegalmente en España y se dedicó a hacer actividades ilegales, con su sindicato de manteros que competía con comerciantes, y es una persona que incita a la violencia contra los Cuerpos de Seguridad del Estado. No es racismo, es justicia”, insistía el voxista elevando el tono de voz. 

Acto seguido, Badenas dijo que los únicos que han sido discriminados por únicos que han sido condenados por discriminación son PSOE y Compromís, concretamente el TSJ de la Comunidad Valenciana el 27 de diciembre de 2021 al señalar que ambos partidos “incumplían el perincipio de legalidad discriminando con criterios ideológicos en la contratación pública con un sesgo antisemita”, señaló el portavoz de Vox. “La moción que presentamos condena todo tipo de racismo, incluso el que ustedes tienen en los ojos”, agregó. 

En la segunda ronda volvió a abrir fuego Borja Sanjuán con un golpe de efecto: sacó otros tuits de Cecilia Herrero, uno de ellos impreso en un tarjetón. “No sé si es mentalismo, pero tras la publicación de un estudio la concejala contestó: somos negros, ya podemos saquear Luis Vuitton y Apple y hacer que se arrodillen y nos besen los pies”, leyó el socialista y prosiguió: “Otro tuit: basta de patrocinar al moro, lo recursos para los españoles. Esto es racismo”, recalcó, y acto seguido tendió la mano a Catalá proponiéndole sumar la moción alternativa como enmienda de adición a la suya propia, de tal forma que el Ayuntamiento de València condenara todo tipo de racismo de manera general, y también el comentario de Herrero en particular. 

"El PP es cómplice"

Lucía Beamud leyó más tuits. En uno Herrero decía que “los moros nos invaden” y en otro escribía “fuera África de la Europa civilizada”. La valencianista afeaba que “el ala extrema del ejecutivo se fuera de rositas” y también apelaba al talante de los populares para que se desmarcaran de sus socios, porque –argumentaba– el gobierno municipal no tardará en implosionar. “El PP le quitará las competencias a Vox e irá a por la mayoría absoluta, pero mientras tantos es cómplice de sus salidas de tono, de la cabalgata de reyes, el abeto mustio, el viva España, el negacionismo climático, la modificación de los estatutos de Valencia Activa y, ahora, el racismo de su concejala”. 

Y su concejala habló. La primera vez que lo hacía en un punto exclusivamente centrado en ella. La delegada de Agricultura y Emprendimiento pidió a la oposición que maduren y que sean responsables con las necesidades de los valencianos, y les amenazó con “las acciones legales oportunas” en caso de que PSOE y Compromís no retiren “las afirmaciones injuriosas” contra su “honor” y que califican sus palabras de “racistas”. “No se puede confundir la libertad de expresión con la libertad de difamación”, dijo la concejala citando a Pedro Sánchez. 

Finalmente, tras el intento fallido para que PP se sumara a la moción del PSOE sin la adhesión de Compromís –que sacrificaba su propuesta en pos de un mínimo consenso–, el pleno ha sacado adelante la moción alternativa condenando cualquier tipo de racismo y exigiendo el cumplimiento y respeto de los principios y reglas constitucionales que defienden la igualdad de todos los españoles”.