Leo que la Comunitat Valenciana está retrasando la aplicación de la (mal llamada) Ley de Dependencia porque no hay dinero. No, señoras y señores del Gobierno. Ustedes han hecho de una ley que llevamos esperando más de 25 años con verdadera necesidad, de la que no nos dan información y que, sacando cuentas, enfocan como puro negocio para su enriquecimiento.

En València, las valoraciones no van atrasadas, yo misma estoy valorada como gran dependiente hace muchos años y muchas miles de personas también, dentro del grado 3 (que más se parece a un tercer grado penitenciario). Pero no nos ofertan la asistencia personal, que generaría muchos empleos. Personalmente me niego a entrar en algo que aún me discriminará más, empezando por el artículo 31 donde dice que las pensiones que cobramos no son compatibles con la (obsoleta) nueva ley. Si me quitan mi pensión de gran invalidez, ¿cómo pago la hipoteca de mi casa?

No digan pues que van a dar una paguita porque es mentira, ya que la miseria que nos darán antes ya nos la han quitado de nuestras pensiones, con creces. ¿Y quién pagara la Seguridad Social de los asistentes personales? Porque, además, los dependientes tenemos que copagar y repagar, por unas ayudas que son insuficientes en todos los casos.

Hace unos años el exvicepresidente Cotino me dijo personalmente que yo tengo que renunciar a la ley (claro que a él lo que le interesa son las residencias) porque salgo perdiendo y que lo único que me queda es la vía judicial. No, los Valencianos no somos idiotas. Ustedes se enriquecen a nuestra costa y lo hacen porque tenemos miedo a que nos quiten los pocos servicios que tenemos para malvivir, siempre con amenazas... no les da vergüenza, mientras llenen sus bolsillos, qué importa. Rosa Segrelles Domènech. València.