El racismo es un problema que aún está en nuestra sociedad y en el deporte. Todo apunta que el del pasado domingo 4 de abril, en el estadio Ramón de Carranza (Cádiz) se pudo vivir una ridícula conducta por parte de un jugador del conjunto gaditano durante el partido con el Valencia.

El central del equipo valencianista, Mouctar Diakhaby, denunció un insulto racista por parte de Juan Cala, del Cádiz. Tiempo atrás, el delantero del Athletic Club Iñaki Williams desveló que recibió insultos racistas por parte de la grada del RCDE Stadium durante el partido que disputó ante el RCD Espanyol .

Es una pena que en el siglo XXI se sigan viviendo este tipo de situaciones en los campos de fútbol,tanto por parte de la afición y de los mismos jugadores. Los causantes de estas escenas bochornosas que aún siguen a la orden del día, deberían tener una gran sanción para intentar acabar con esto.

LaLiga y los clubes afectados deberían tomar cartas en el asunto. A día de hoy, la pena puede llegar a ser de la privación de licencia de dos a cinco años al futbolista, junto a una multa económica estipulada por el presidente de LaLiga, Javier Tebas.