Han pasado más de 30 años, para que Torrefiel, un barrio de más de 26.000 habitantes tenga una instalación para poder practicar deporte sin tener que desplazarse lejos de su domicilio. Después de múltiples manifestaciones y otro tipo de protestas, y mediante la votación como parte de los presupuestos participativos de la ciudad de València, el ayuntamiento va a ampliación del campo municipal de fútbol 7, que era lo único que había en el barrio y que obligaba a todos los chavales del club a ir a jugar cada vez que tenían partido a otras zonas de nuestra ciudad. En nuestro barrio solo hay una piscina municipal de 6 calles, con un pequeño gimnasio.

Loable es que los vecinos que no estén de acuerdo con cualquier decisión de un ayuntamiento lo hagan saber y peleen por lo que creen que es mejor, pero sería recomendable que se hiciese sin utilizar mentiras para ello. Cuando en su diario se indicia textualmente «que supondría la destrucción del parque de la zona», o «una dotación deportiva de uso privado solo para unos pocos socios», demuestra que o están intentando engañar a la gente, o no se han preocupado en saber cuál es el proyecto del ayuntamiento, o quiénes son las personas que pueden utilizar el campo de fútbol. Y cuando se dice «amplio respaldo de personas», en una manifestación en la que no habría más de 80 personas...

Entiendo que esta decisión no puede contentar a todo el mundo, pero se tiene que valorar siguiendo el interés general de la comunidad.