El Levante UD dio ayer un paso de gigante hacia la zona tranquila de la clasificación, donde todavía no había llegado a consolidarse en una liga que es una noria, ya que las rachas van por turnos y la clasificación resulta un jeroglífico. El conjunto de Paco López, que tan felices se las prometía al principio de Liga, ha tardado 5 jornadas en volver a ganar. En los últimos 9 partidos, sólo consiguió aquel triunfo ante el Athletic (3-0) el 3 de diciembre. Le salvaron los empates, al sumar 7 de 27 puntos. Con el triunfo de ayer, ahora sí, se impulsa otra vez en la tabla. Lo necesitaba tras la velocidad de crucero que han tomado ell Rayo y el Athletic.

Un cuarto de hora tardó el Valladolid en tomar mayores precauciones defensivas, tras tres ocasiones del Levante UD: un disparo de Jason, una excelente jugada de Morales y un remate fallido de Borja Mayoral a centro de Toño. A partir de ahí, el Valladolid tomó mayores precauciones. Se dejó dominar, es cierto, pero los laterales cerraron el paso por las bandas y los centrales fijaron sus posiciones. El Levante UD, con Coke ocupando la posición de tercer central ante las lesiones de Chema y Postigo, articuló su juego a través de Campaña y Rochina, en la búsqueda de algún hueco con el que dar vuelo a sus compañeros. Paco López no discute su sistema, sea cual sea el perfil del contrario. El conjunto castellano es un especialista en rentabilizar al máximo su obsesión defensiva. Hace dos semanas pescó un empate de Mestalla con un solo disparo entre los tres palos.

Era un día para armarse de paciencia, sin levantar el pie del acelerador, y el Levante UD obtuvo recompensa a su insistencia al filo del descanso. Rochina colgó la pelota de rosca al centro del área, en un lanzamiento de falta lateral, y Coke cazó el remate de cabeza, perfecto, al segundo palo. El ex sevillista es un futbolista decidido, valiente, uno de esos defensas que despeja la pelota en su área con el mismo ímpetu con el que busca el gol en la portería contraria.

La respuesta del Valladolid llegó de inmediato. La pelota le cayó a Unal en el área y, solo ante Oier, la mandó a Gol Alboraia. Fue la segunda ocasión del Valladolid en todo el primer tiempo, tras un disparo de Michel casi media hora antes.

El VAR salvó al Levante UD del empate nada más volver del descanso. La jugada tardó más de 3 minutos en resolverse. Había motivos, por las dudas que planteó por muchas revisiones de la jugada en televisión. Óscar Plano voleó en un rechace de la defensa y la pelota entró, entre las piernas de un gran número de futbolistas, como un obús junto a Oier. Calero estaba en fuera de juego y el árbitro interpretó, tras haber otorgado antes el gol, que molestó al portero.

El Valladolid acusó el golpe y el Levante UD lo agradeció. Morales rozó el 2-0 en la siguiente acción, en una de las pocas jugadas en las que pudo cabalgar hasta armarse el remate. Cruzó demasiado el disparo. Una vez el Valladolid se estió definitivamente, Toño y Jason retomaron protagonismo en los contragolpes.

El partido fue una incertidumbre hasta el final, porque el Valladolid puso sobre las cuerdas a los granotes, muy imprecisos en el primer tramo del segundo tiempo. Un mal día para un violinista como Bardhi y bueno para los obreros como Coke y Cabaco, o el habilidoso Jason, el atacante más venenoso del Levante UD en la parte decisiva. Había perdonado el Valladolid, con un remate de Cop solo ante Oier, pero en los últimos minutos fue el Levante UD el que se acercó al gol. Roger cerró el partido en el descuento con su 9 gol, que le sitúa quinto máximo goleador de la Liga junto a otros 4 futbolistas.