El Atlético Levante logró una victoria cómodas ante el Hércules (1-3) ayer en el José Rico Pérez, que encarriló en el primer minuto con la expulsión de Pablo Íñiguez. El defensa cortó una ocasión manifiesta granota y enfiló los vestuarios a las primeras de cambio. El Hércules afrontaba el encuentro con el ánimo de remontar su puntuación liguera, pero se complicó todavía más una permanencia que queda a cinco puntos.

Por su parte, el Levante venía de caer por 1-0 en su partido anterior ante el Sabadell. Gracias a este resultado, el equipo levantinista es duodécimo, mientras que el Hércules queda decimoctavo, a tres puntos de la promoción y a cinco de la salvación directa.

La primera mitad del duelo arrancó de cara para el equipo visitante, que no tardó en hacer valer su superioridad numérica para estrenar el luminoso gracias a un gol de Arturo Molina a los 13 minutos. El filial granota volvería a ver puerta en la primera parte gracias al gol de Edgar justo antes del descanso, en concreto en el 42. La segunda mitad del encuentro comenzó como terminó, con buen pie para el conjunto visitante.

El Atlético Levante puso más distancia en el marcador con un nuevo gol de Arturo Molina, que completaba así un doblete instantes después de la reanudación del partido, en el minuto 50. Ya en la recta final, el equipo local hizo el tanto del honor gracias a un gol de Jesús Alfaro, que puso el 1-3 definitivo en el luminoso.