Paco López es uno de los hombres más felices dentro del plano levantinista. Tras meses de inactividad, la plantilla ha vuelto en gran estado de forma y, ante un rival directo, dio un golpe de efecto para encarar la salvación. Se queda con el hambre que ha mostrado el equipo para ganar el duelo. «Me quedo con la ambición del equipo. Con la personalidad que han tenido para jugar e este campo y para superar adversidades. Con la fe, el esfuerzo... Es una recompensa al trabajo y compromiso de los jugadores en el confinamiento. Estamos muy felices».

Con 38 puntos en el bolsillo, el técnico granota prefiere ser prudente pese a que sea consciente de que lo tienen en las manos. Hasta que no sea matemático, no tolerará ningún tipo de relajación en la plantilla levantinista en las jornadas que restan: «Yo creo que estamos acariciando el objetivo que tiene el club. No es cogerlo, y cuando lo cojamos el equipo va a ser ambicioso. Ahora mismo lo estamos acariciando».

Pese a la victoria, el gol anulado a Campaña puso en tela de juicio los tres puntos de manera injusta. La sensación que experimentó el conjunto granota fue de que, aunque el desenlace fue positivo, tuvieron que remar a contracorriente para salir con un triunfo de Barcelona. No obstante, Paco no entró a valorar la acción, ya que, según su percepción, no fue capaz de esclarecer nada desde el área técnica. «No he visto ninguna de las dos. Desde mi posición es difícil porque desde mi posición estoy muy lejos».