La salvación del Levante va a tener un mérito incuestionable y la campaña que ha realizado el conjunto granota, cuando se certifique la permanencia, también. La clasificación para la histórica semifinal de Copa del Rey ante el Athletic Club despertó el orgullo aletargado de la masa social azulgrana y eso es tan cierto como que la recta final de temporada está haciendo que todo lo logrado anteriormente se empañe. El fútbol tiene poca memoria y por eso, y por la necesidad real de no meterse en líos, cuanto antes gane el Levante el partido que le falta para certificar de forma virtual (y puede ser que incluso matemática) su permanencia, mejor. Es incluso importante agilizar el ansiado trámite para facilitar la planificación del curso venidero y teniendo en cuenta que el Alavés es un rival de los implicados en la lucha por eludir el descenso, probablemente este sea el particular ‘Día D’ granota.

Las matemáticas son una ciencia exacta y dicen que si los granotas ganan hoy en Mendizorroza habrán eliminado a un rival directo puesto que aventajarán al Alavés en diez puntos a falta de nueve por jugarse. Si además se diesen más derrotas de los rivales que están en la zona que limita el descenso, la salvación podría ser incluso matemática esta misma semana. Otro escenario posible, diametralmente opuesto, sería una derrota que pondría al conjunto vitoriano a cuatro puntos de distancia y que alargaría, si no la agonía porque el Levante no ha tenido angustias esta campaña, sí ese punto de incertidumbre que genera cierta intranquilidad.

Para la cita Paco López recupera tan solo a Malsa -sancionado en el partido anterior- ya que José Campaña, que el jueves recibió el alta médica, todavía no tiene ritmo suficiente. Su ausencia se une a las también conocidas ya de Vukcevic y Radoja que dejan el centro del campo algo huérfano, pero hoy no valen excusas de ningún tipo. Jueguen los más veteranos (Coke es el paradigma, aunque todo apunta a que será suplente en beneficio de Miramón) o los más jóvenes (el canterano Cantero ha entrado en la convocatoria y tras las buenas sensaciones que dejó en su debut ante el Celta como titular, puede volver a tener minutos), hay que sacarlo. Da lo mismo que el Levante haya entrado en una dinámica negativa en los dos últimos meses de competición y ahora se presente en Vitoria después de cuatro derrotas seguidas. Se trata de la peor racha de resultados de Paco López en el banquillo de Orriols.