La lesión de Mustafi y el demoledor dato de los 41 goles en contra, el peor de Primera con diferencia, han convertido el fichaje de un central en la primera opción del Levante en este mercado de enero que ya ha superado el ecuador y se acerca peligrosamente hacia su final. Sin embargo, la búsqueda no está siendo sencilla. Con Quico Catalán al frente de las operaciones por el vacío en la dirección deportiva, los mejores perfiles están hoy por hoy fuera del alcance de las posibilidades granotas debido a salarios que oscilan entre los dos y los tres millones de euros. En medio de las desavenencias en el Valencia entre la propuedad y el entrenador, Álvaro González es uno por los que se ha preguntado pero no el único. También están encima de la mesa granota nombres como Callens, Nastasic, Nehuen Pérez, Pavlovic o Dória, que son de los centrales más destacados en una agenda con candidatos más asequibles, pero que no convencen tanto a nivel deportivo a la hora de dar un salto de calidad e intentar obrar el milagro de la permanencia. Son los casos en forma de ofrecimientos como Siovas, Sidnei o Abram. Se busca un central cedido o libre por el que no haya que pagar ni que condicione la planificación más allá del próximo 30 de junio.

La historia de nunca acabar

Lo cierto es que la búsqueda de un central ha sido recurrente en los últimos mercados de fichajes en el Levante UD. Desde el traspaso de Vezo no se había hecho una inversión tan fuerte como la del pasado verano a última hora con Mustafi. El alemán llegó con la carta de libertad después de un verano en el que el presidente asumió las riendas de la negociación con el futbolista y su padre. Pese a la competencia de Italia, el mayor esfuerzo tras el fichaje de Soldado se hizo precisamente en la incorporación de un futbolista que ha estado rindiendo a un buen nivel cuando ha jugado pero que no ha sorteado sus problemas físicos, sin duda el principal peaje con el que llegaba tras su último paso cedido por el Arsenal en el Schalke 04.

De momento el único movimiento de mercado en Orriols es la salida de Pablo Martínez cedido al Huesca. En las conversaciones entre Alessio Lisci, la secretaría técnica y el presidente se dio prioridad a la necesidad de liberar fair-play. Una urgencia que la entidad arrastra desde los meses de verano y que ahora vulve a salir a la palestra. El técnico italiano sabe que por donde más se puede empezar a liberar es por el lateral derecho, donde hay cuatro jugadores y algunos de ellos no están disfrutando de minutos dentro del equipo. En el centro del campo también está en la rampa Blesa, aunque sin ofertas por ahora demasiado atractivas en Segunda División. Además, fichas altas y con poca participación como la de Vukcevic, como ya pasó en verano, son otra de las preocupaciones que impiden maniobrar a la directiva.

Roger está convencido

La victoria ante el Mallorca fue mucho más que tres puntos para el Levante. Roger Martí tiene claro que el «equipo está capacitado para conseguir el objetivo». El jugador asegura que el primer triunfo les ha dado mucha moral y fe en que se puede conseguir: «Tenemos un reto complicado y difícil pero creo que el equipo puede conseguirlo», comentó. Además, comentó la necesidad de dar un paso al frente. Los que llevamos más tiempo tenemos que dar un paso adelante y me siento con esa responsabilidad y me gusta».