El Levante aplasta al Albacete y pasa a la final (3-0)

Pese a que el conjunto de Rubén Albés se las prometió felices, e incluso fantaseó con una remontada, el que manda reside en Orriols y viste de azulgrana

El Ciutat, entregado y lleno hasta la bandera, disfrutó con su equipo, que ya espera a Eibar o Alavés

Levante UD-Albacete

Levante UD-Albacete

Rafa Esteve

Dicen que, con el tiempo, la vida pone a cada uno en su sitio. Y en el fútbol, que tiene semejanzas con la vida, no iba a ser menos. Esta vez, al Levante le está dando una segunda oportunidad que no quiere dejar escapar. Tras perder muchas durante el campeonato nacional de liga, el combinado de Javi Calleja está preparado para dar el salto a la élite del fútbol español. De hecho, se lo ha ganado. A la espera de saber quién será su rival, al Levante solo le queda subir un último escalón, después de ganar al Albacete con goles de y de poner las cosas en su sitio.

Pese a que el conjunto de Rubén Albés se las prometió felices, e incluso fantaseó con una remontada, el que manda reside en Orriols y viste de azulgrana. Ni dio opción ni ser dejó ningunear. Sin embargo, aún ahora queda lo mejor. El sueño de ascender a Primera División y la ilusión de romper el techo de la Segunda, de una vez por todas, se dispara por completo. El momento del Levante ha llegado.

Los chicos dirigidos por Javi Calleja demostraron, desde el primer instante, que lo sucedido en el Carlos Belmonte formó parte del pasado y no influyó en el presente. Quisieron arrollar a su rival sin medias tintas, pese a que el Albacete se negó a salir del coliseo de Orriols con un marcador que no le favoreciese. Los de Rubén Albés, tal y como anunciaron en la previa del choque, salieron a tumba abierta, y tan cerca se quedaron de ponerse por delante en el marcador que, al contragolpe, el Ciutat celebró el primero de la noche. Marc Pubill, sobre la línea de gol, sacó un disparo de Dubasín, y en el despeje, la jugada terminó en tanto a favor del Levante.

Recogió Jorge De Frutos en la medular, encaró a los centrales y se la dio a un Brugué que batió a Bernabé. Orriols festejó la diana a caballo entre el bufandeo y la expectación de la jugada, y cuando el cuero tocó las mallas, el público festejó con locura. Si hubo cualquier atisbo de remontada desde el Albacete, el ‘17’ se encargó de lapidarlas todas, de la misma manera que, a falta de cinco minutos para la finalización del primer tiempo, demostró que su verticalidad y capacidad de sorprender, tan añorada desde su lesión, siguen intactas. Iborra despejó un envío desde área rival, y ante la falta de entendimiento entre Olaetxea y Boyomo, el extremo se coló entre ambos centrales para colocar el segundo de los granotas.

Al Levante le tocó rematar la faena, y después de obtener una cómoda ventaja en el marcador, los segundos cuarenta y cinco minutos fueron una fiesta. Al Albacete, más allá de sus intentos en reducir diferencias, le tocó agachar la cabeza. La sensación fue la de que a los de Javi Calleja les sirvió con lo transcurrido en el primer asalto. Por ello, el equipo fue a protegerse, a ponerle el candado a su portería y a no hacer más sangre de la derramada en el césped del Ciutat de València. Todas las palabras emitidas desde Carlos Belmonte, con ánimo de superioridad, se las llevó el viento. El Levante habló, controló los tiempos y le sobró todo lo demás.

Sin embargo, al Albacete le quedó algo de orgullo. De hecho, algún disparo que otro ejecutaron a la portería defendida por Femenías, pero aún le quedó al cuadro granota tiempo para rematar a su rival. A la contra, como hizo durante toda la segunda mitad, Wesley habilitó a Soldado y el ‘9’, solo ante el portero, definió a la perfección. Una victoria que, sumada al 6-1 global de la eliminatoria, sella el pase a la final por todo lo alto. De forma grandiosa y demostrando de qué pasta está hecho. Y, sobre todo, en qué categoría merece jugar la próxima temporada.